La piel posee poros que son el elemento que le permite comunicarse con el exterior, tanto para eliminar toxinas, desechos e impurezas como para absorber nutrientes, hidratarse y oxigenarse, otra de sus funciones es equilibrar la temperatura de la piel y del organismo en general.
Un poro dilatado tiende a acumular impurezas y al hacerlo es más vulnerable a infectarse y manifestar anormalidades en la piel como irritaciones o acné, aunque esto no siempre supone una relación directa. Los poros dilatados surgen por diversos factores, algunos tienen que ver con la contextura y particularidad de cada organismo, otros con el sexo, otros con los hábitos, otros con la edad o debido a una combinación de algunos de estos puntos.
Para saber como prevenirlos y tratarlos cuando aparecen continua leyendo la nota completa.