Llegó el tiempo de las "golondrinas" de estación, replican desde el gimnasio aquellos habitués del ejercicio que con lluvia, frío, viento, nieve o sol, no dejaron de transpirar la camiseta desde principios de año para cuidar la salud y mantenerse en forma.
Los vimos pasar corriendo en día nublados mientras degustábamos obnubilados alguna comida sustanciosa...Los admiramos cuando nadaban, levantaban pesas, patinaban o simplemente caminaban, sin excusa alguna, contra viento y marea.
Un esfuerzo que hoy en preludio del mes de la primavera, los encontrará con un estado envidiable, y una recompensa a nivel de salud.
Sin embargo, y desde el otro lado, para los que no pudieron o quisieron ejercitarse durante estos meses de otoño invierno, la premura por recuperar el tiempo perdido les puede jugar una mala pasada.
¿Por dónde y de qué manera empezar?
Según explica el profesor de educación física, Rodrigo Flores (ATP Club, San Martín 427 de Godoy Cruz), “La mejor forma de prepararnos es primero hacer un chequeo médico general. Hay que pensar que de la misma manera en que llevamos el auto al mecánico antes de irnos de vacaciones, debemos ser conscientes y realizar también un examen médico que determine nuestro estado de salud, para saber qué y cuánto podemos trabajar a nivel físico. Especialmente si no hemos realizado actividad alguna durante el último año”, argumenta.
Un previsión nada menor, para no exponerse a lesiones, o hasta descompensaciones por excesos.
Por ello, una vez hecho el chequeo y aprobado por el médico lo que sigue es dejarse guiar por un profesor ¿Pero cuál sería la mejor manera de empezar a movernos?
"Paulatinamente", aconseja Flores. "Lo ideal es comenzar con actividades de bajo estímulo como son las caminatas y el uso de la bicicleta fija. Obvio siempre teniendo presente la gradualidad del ejercicio, es decir, no sobre exigiéndonos en las primeras sesiones y respetando los tiempos lógicos de adaptación del cuerpo para evitar lesiones", aconseja el profesional.
- ¿Qué errores más comunes suelen cometerse en pos de recuperar el tiempo perdido?
- Uno de los errores comunes es no ser específicos en la intensidad del trabajo que estamos realizando. No siempre trotar o hacer bici fija es lo indicado. Por eso es fundamental contar con la guía y seguimiento de un profesor de educación física, quien determinará los mejores ejercicios según cada caso, objetivos, y problemas pre existentes, para ver la mejor actividad y rutina para cada persona.Muchas veces es mejor menos ejercicio, pero de mayor calidad, ya que genera mejores resultados que realizar gran cantidad de actividad física, pero que no está orientada al objetivo planteado.
- ¿Qué actividades en general son las más adecuadas?
- Las actividades adecuadas son las que no comprometen la salud estructural de la persona, o no generan grandes exigencias cardiovasculares sin una adaptación adecuada. Toda actividad física que respete los principios de gradualidad e individualidad de la persona que la realiza, es la acertada, ya sea caminar, nadar o ir al gimnasio.
- ¿Con qué gradualidad comenzar?
- Se puede empezar con 3 veces por semana con el objetivo de llegar a realizar al menos, 1 hora de actividad física diaria. El descanso puede ser activo o con actividades menos intensas, por ejemplo gimnasio 3 veces por semana, y caminar otras 3.
- ¿Qué objetivos suelen tener aquellos que desean ponerse en forma?
- Los objetivos comunes para quienes no han realizado actividad física en todo el invierno, es controlar el peso. Los hombres también buscan aumentar su masa muscular.
En ese caso son ellos quienes prefieren gimnasio y caminata, y ellas quienes optan por actividades como pilates in door o clases grupales.
Tanto hombres como mujeres han encontrado en el entrenamiento funcional en circuito, la respuesta a ambos requerimientos.
- Una actividad que tiene que ser bien guiada por la exigencia...
- Absolutamente. Lo ideal es solicitar el asesoramiento de un profesional de la actividad física que adapte el trabajo, a las necesidades específicas de cada persona. Las recetas no son generales. Los principios a tener en cuenta como dijimos son la gradualidad del trabajo, para así respetar los tiempos naturales de cada uno, ya que si bien hay recetas genéricas, lo mejor es buscar lo que necesitamos individualmente.
- Desde su mirada ¿Ha aumentado el interés por la salud física en este último tiempo?
- Cada vez son más personas las que encuentran en la actividad física un medio para mejorar su salud. Y no sólo hablamos de la salud física, sino mental. El ejercicio genera un bienestar general y eso es altamente contagioso, por lo que cada vez se suman más personas al único y mejor remedio universal que existe: hacer ejercicio.
¡Movete! Algunos beneficios para tu salud mental
1. Se produce la mejora del equilibrio mental, a partir de la actividad física, ya que no se trata de una sensación subjetiva, sino un proceso fisiológico objetivo, porque al ejercitarnos, las endorfinas como neurotransmisores son capaces de generar una sensación de relajación y felicidad.
2. Previene patologías físicas (debido a la activación del sistema inmunológico y enfermedades degenerativas como el Alzheimer, ya que influye en una mejor concentración)
3. En el tratamiento de enfermedades, el deporte permite equilibrar las sustancias cuyo desajuste ha generado la enfermedad, actuando de forma similar a un fármaco.