¿Cómo perros y gatos?

¿Perros y gatos conviviendo en un mismo hogar? Si, es posible. Seguí estos consejos para que tu perro adopte un gato y convivan en armonía.

¿Cómo perros y gatos?

Que los perros y los gatos se detestan entre sí no siempre es verdad. A menudo en los hogares de familia conviven, incluso junto con roedores domésticos, aves y todo tipo de animales sin enfrentamientos. Si tenés un perro y estás pensando en integrar a un pequeño felino a la familia, conocé estos buenos consejos.

CONVIVENCIA DE GATOS Y PERROS DESDE PEQUEÑOS

Una manera eficaz de lograr la integración entre perros y gatos es hacerlos compartir el tiempo y el espacio desde cachorros, para evitar la confrontación. Pero esto ya puede ser tarde. Si ya tenés un perro adulto, lo mejor es integrar a un gato de corta edad, porque todo animal natural (sin contaminación cultural), se entrega a la protección y cuidado de los seres más desprotegidos, aunque sean de otra especie. 
Así sea macho o hembra, lo mejor es adoptar a un gato cachorro. Pero si el gato es adulto, el siguiente consejo te servirá, y mucho.

NO OBLIGUES AL PERRO Y AL GATO A CONVIVIR

Permití a ambos animales hallarse en esta nueva compañía. Controlá que no haya agresión adrede o en juego, y que haya respeto entre ambos, pero no los obligues a compartir. A fin de cuentas, se trata de dos animales con su carácter y personalidad definidas, y tienen tanto derecho como cualquier ser a tomarse su tiempo en aceptar los cambios.

Para facilitar la integración, probá con mantener espacios bien definidos para ambos animales. Uno dentro de la casa y otro en el jardín, uno en cada habitación, y algo fundamental: cada uno con su propio plato de alimento, su propio bebedero, su propio sitio para dormir, etc. Esta separación espacial y en los elementos facilitará la comprensión de que la llegada del nuevo animal no supone una quita del espacio y de la propiedad de la mascota de mayor antigüedad. 
De igual modo en que les servís alimentos diferentes, cada uno adecuado para su especie, procurá mantener sus elementos y juguetes por separado, para evitar confrontaciones.

MIMOS PARA LA MASCOTA MÁS AGRESIVA

Si uno de los animales se torna agresivo, debés prestar atención y actuar con precaución. En reglas generales, el animal de mayor antigüedad y de mayor tamaño (en este caso, el perro), será más propenso a presentar "quejas" por esta nueva incorporación. Asegurate de hacerle mimos y caricias, sujetando al gato en la otra mano o dejándolo dentro de la habitación al alcance de la vista del perro.

Dale muchas atenciones al perro en los primeros días, para que no se sienta abandonado ni amenazado por el gato. Jugá con ambos al mismo tiempo, para que comprendan la naturaleza de su relación en el hogar, en lugar de que crean que son dos entes lejanos. Luego de algunos días, la integración será total: perros y gatos podrán convivir en armonía y vos disfrutar del amor de ambos al mismo tiempo.

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