Estos son los mejores muebles para evitar el dolor de espalda

Cinco consejos para elegir bien. Desde la altura de la cocina hasta el lugar que deben ocupar los objetos en la casa.

Estos son los mejores muebles para evitar el dolor de espalda

El cuello tenso, la espalda molesta y dolor en las articulaciones. Cientos de personas padecen este tipo de molestias todos los días. Algunas se quejan más, otras menos. Pero lo cierto es que los dolores de cervicales y espalda se han transformado en un problema muy extendido, ya sea por la falta de movimiento, las horas que uno pasa sentado frente a la computadora o una mala postura. A todo ésto se suman los muebles que también pueden ser un factor de incomodidad. 

Un ejemplo clásico es una silla de superficie demasiado dura o un sofá de almohadones que se hunden y quedan muy bajos en relación con el suelo.

Los muebles no deben ser necesariamente de diseño ergonómico, pero es necesario prestar atención para que no sean un peso adicional para el cuerpo. Pueden encontrar piezas adecuadas entre los productos que se venden en cualquier tienda. Lo importante es tener en cuenta qué postura le exigen a la espalda. 

Los siguientes consejos pueden resultar muy útiles para quienes tengan con frecuencia dolores de espalda:

- Ambientes "liberados" de objetos: Si bien puede parecer un superfluo, mantener cierto orden en los ambientes hace una gran diferencia, ya que los espacios atiborrados de objetos no permiten que uno se desplace con soltura. 

Los ambientes deberían invitar a moverse y ofrecer por ejemplo espacio suficiente para extender una colchoneta de yoga. Pero no sólo el ejercicio adicional es una gran ayuda. Si tiene espacio para circular, será más fácil mantener una conversación telefónica caminando en lugar de estar sentado junto al teléfono.

También es bueno prescindir de los controles remoto, de modo de obligarse a ponerse de pie para cambiar el programa. 

- Saber entender las señales del cuerpo: Los especialistas consultados observan que no existe una silla diseñada expresamente para personas con dolor de espalda, ya que los tipos de molestia varían de individuo a individuo. Lo decisivo a la hora de elegir las sillas o sofás es sentirse a gusto. Pero no simplemente cómodo, sino notar qué es lo que le está haciendo bien a nivel de postura. Eso exige saber escuchar las señales del cuerpo.

Algunos factores son claramente reconocibles: si el sitio en el que se sentará lo lleva a estar todo el tiempo con las piernas cruzadas o dobladas y no le permite estirarlas hacia adelante, la sensación de comodidad durará poco.

Se recomienda además comprar sillas que puedan ser colocadas en distintas posiciones, de modo de poder cambiarla cada 20 minutos.

- Sillas que refuercen la postura: las sillas de oficina deberían ser cómodas y no representar una carga adicional para la columna. En realidad es una máxima válida para cualquier tipo de silla. Los modelos ergonómicos están diseñados de modo que uno no note que está muchas horas sentado. Pero puede bastar con tener una silla de respaldo móvil y un almohadón que lleve a estar sentado con la espalda erguida.

En este sentido, los bancos pueden resultar mucho más beneficiosos que los sofás de superficie mullida. Al elegir un sofá, es crucial observar a qué altura quedarán el relleno y el respaldo cuando uno se sienta tal como suele acomodarse en casa. Pruebe exactamente esa posición en la tienda.

- Una cocina a la altura de los codos: si la superficie de trabajo de la cocina es demasiado baja o si tiene que estar estirándose todo el tiempo para alcanzar la alacena, la espalda se ve constantemente sobreexigida. Los profesionales recomiendan que la mesada de la cocina esté entre 10 y 15 centímetros por debajo del codo. Es más, en una cocina ergonómica suele ser bueno bajar las hornallas para poder operar más cómodamente en las ollas. Para este sector se recomienda incluso que la altura sea de 25 centímetros por debajo del codo.

- El punto medio: Si la cocina será utilizada por personas de diferentes estaturas, es necesario buscar un punto medio. Que haya una variación de 10 centímetros hacia arriba y de 5 centímetros hacia abajo no es un gran problema, pero si la diferencia va a ser mayor, vale la pena evaluar la colocación de superficies movibles. De ese modo -o colocando una mesada levemente por debajo de lo recomendado- se logra aliviar el cuerpo cuando uno está durante de pie durante un buen rato.

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