Los glúteos o cola tanto en el hombre como en la mujer poseen una multiplicidad de funciones tanto estéticas como posturales y motoras, aunque usualmente se piensa que sólo se los trabaja por motivos estéticos.
Estos músculos se ocupan de mantener erguido el tronco, además mantienen firme la pelvis evitando lesiones. Al estar implicados en la flexión, extensión y rotación de las piernas también tienen un rol crucial en la motricidad, lo que en deportistas resulta de vital importancia ya que al fortalecerlos aumenta su rendimiento físico.
Muchas veces el sedentarismo, el trabajo de oficina o el pudor (debido a que muchos piensan que sólo las mujeres trabajan los glúteos) lleva a la falta de tonificación en este grupo muscular entre los hombres, acarreando, en algunos casos, lesiones y problemas posturales.
Molestias, lesiones y dolores de la espalda y el tronco encuentran, en gran parte de los casos, su disparador en la debilidad de los glúteos; algunas de estas son la hiperlordosis lumbar o el síndrome cruzado inferior (que posteriormente deriva en lordosis lumbar), ambas patologías que presentan debilidad y acortamiento de grupos musculares e hinchazón del abdomen producto de la irregularidad del desarrollo muscular.