Los smartphones nos acompañan a todas partes, algo que a veces causa dificultades. Se rompe el cristal, se rayan o se caen al inodoro. Tres posibles soluciones para tres problemas habituales:
1. ¿Si se cae al agua?: Hay que actuar rápido, señala Rainer Beckmann, dueño de una tienda de reparaciones. "Primero que nada, apagarlo si sigue encendido. Después hay que sacar todas las partes extraíbles como la tarjeta SIM o la batería", recomienda.
Se seca suavemente el agua visible y se mete el teléfono entre 24 y 48 horas en una bolsa con arroz, que absorberá la humedad restante. Con un poco de suerte volverá a funcionar.
Sin embargo, puede producirse algún daño, razón por la cual ninguna tienda seria de telefonía se atrevería a hacer una reparación en estos casos.
2. ¿Y si se raya la pantalla? Los plásticos protectores de pantalla son imprescindibles. De esa forma es probable que nunca se produzcan los daños. Y hay que cambiarlos cada dos o tres meses.
Cuando el arañazo es pequeño, ayudan algunos abrillantadores. Markus Merkle, de la web “Handysektor.de”, recomienda buscar buenas marcas. “Los buenos pulidores dicen para qué modelos son adecuados”, explica.
Y esto es importante porque algunos teléfonos tienen pantallas de cristal y otros de materiales sintéticos y, por tanto, necesitan diferentes productos. No usar en ningún caso pasta de dientes.
3. Si se rompe la pantalla... Un smartphone puede seguir funcionando con la pantalla rota, pero Markus Merkle recomienda no usarlo durante mucho tiempo así.
“Por las partes rotas pueden entrar partículas de polvo y humedad al teléfono, y por otra parte se podría lastimar también el usuario”.
Un recurso de primeros auxilios es ponerle un protector plástico de pantalla que actúe a modo de “apósito”. Y hay que buscar cuanto antes una pantalla de repuesto.