Esta práctica es considerada una terapia natural, altamente efectiva para eliminar bacterias y regenerar las células al funcionar como un antioxidante. El ozono es un gas y las terapias consisten en la aplicación de una mezcla de 95% oxígeno y 5% ozono de manera intravenosa (practicada necesariamente por médicos en centros médicos certificados) o de forma superficial sobre la piel (la utilizada en centros de estética).
En tratamientos de adelgazamiento y regeneración de la piel y tejidos la Ozonoterapia se aplica ingresando al paciente en una cápsula térmica semi-hermética en la que queda con su cabeza por fuera. Dentro de ésta la persona hace ejercicios físicos a una temperatura superior a los 35 grados y es expuesta al gas (mezcla de oxígeno y ozono) que contribuye en el adelgazamiento y la regeneración celular.
Si bien el instituto de belleza declaró que se trata de una muerte natural por causas ajenas a la terapia, el jefe del área de Deportología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, Oscar Mendoza, dijo a diario Clarín que "Practicar ejercicios con temperaturas elevadas implica riesgo de deshidratación y de que se produzcan alteraciones en el metabolismo. Pueden modificarse las proporciones de sodio y potasio del cuerpo y existe el peligro de que se desencadene una arritmia, que en algún caso podría derivar en una muerte súbita"