Cuando estrenamos un teléfono con Android es muy grato ver la gran variedad de servicios y aplicaciones que Google y otros fabricantes ponen a nuestra disposición. Desde gestores de archivos y sincronización de fotos hasta copias de seguridad automatizada.
El problema por lo general con estos equipos aparece cuando pasa el tiempo y el teléfono empieza a ponerse extremadamente lento. Las apps tardan mucho en abrir, la galería de fotos se cuelga, la batería dura muy poco y nosotros revolearíamos el aparato por la ventana si no fuese porque costó tan caro.
Pero no es necesario sucumbir ante la violencia. Hay algunas herramientas muy fáciles de usar y ciertos consejos básicos que podés seguir para que Android vuelva a responder como el primer día (sin tener que resetearlo por completo). ¿Te imaginás como se hace? Es más simple de lo que parece.