La preocupación por la apariencia física y el adaptarse a las normas que dicta la moda y la sociedad se ha transformado en una de las mayores tensiones de la vida moderna, ha permitido el desarrollo de importantes sectores económicos (como la cosmética, la farmacéutica y los servicios) y el desarrollo de innumerables campos de la medicina y la ciencia.
El avance científico en pos de la belleza se ve claramente reflejado en el impactante crecimiento y evolución que tenido la cirugía estética en las últimas 4 décadas. Técnicas, instrumental y todo un universo de productos de ha desplegado al rededor de una de las especialidades mejor pagas y más glamorosas.
Entre los miles de procedimientos e intervenciones estéticas que se realizan desde la cirugía, el implante mamario es uno de los más requeridos. Si bien muchas veces se realiza con fines reconstructivos luego de accidentes, amputaciones o enfermedades, en gran parte de los casos la misma es solo por motivos estéticos, para exhibir un cuerpo más voluptuoso y adaptado a las exigencias de la moda.
Al rededor de esta cirugía rondan varios mitos que, a pesar de ser muy elegida y popular, todavía se mantienen en pie tamizando su imagen.