Desde que supieron que debían cruzar sus caminos en la quinta fecha del torneo, no dejaron de pensarse. Como amores desencontrados, cada uno conociendo la rutina del otro, Gimnasia y Esgrima e Independiente Rivadavia juegan a las escondidas, aunque siempre pendiente de lo que sucede en la vereda de enfrente.
Y desde la tribuna, aunque apenas sea una práctica semanal donde ni siquiera se realiza fútbol formal, los hinchas imponen condiciones. Dicen que los clásicos se juegan con el corazón y muchos de ellos estarían dispuestos a brindar el suyo con tal de contribuir a un triunfo que estire los festejos de un lado y desate la tristeza del otro.
Durante la semana las redes sociales fueron subiendo temperatura y por estas horas no se habla de otra cosa que no sea del gran partido, gran, que tendrá el Víctor Antonio Legrotaglie como escenario.
La racha negra expone al Lobo. Nunca pudo ganarle en partidos por torneos nacionales a su más acérrimo rival. Y los dos últimos antecedentes en la categoría datan de 2015, cuando la Lepra ganó los dos partidos de la temporada.
El primero, disputado en el estadio mensana, finalizó 3-1 en favor de la visita (goles de Juan Pablo Pereyra -2- y Diego Cardozo para el Azul, mientras que descontó Julián Carabalí para el Blanquinegro).
El otro antecedente de aquel año es el encuentro que jugaron en el Bautista Gargantini: fue triunfo local 4-2 (Daniel Imperiale -2-, Cristian Gautier y Gaspar Servio, de penal, para Independiente; Federico Pomba y César Carranza descontaron para los de calle Lencinas).
Sin embargo, ninguno de los planteles quiere mirar el historial. "Cada partido es otra historia", coinciden de un lado y del otro. Ambos saben que sus rendimientos son similares y un triunfo en el bolsillo puede ser un respaldo muy grande de cara al resto de la temporada.
En esta ocasión, cuatro nombres se repetirán de aquella última vez, aunque uno de ellos cambió de vereda: Leandro Aguirre, quien hoy juega con la de Gimnasia. Los otros tres son Daniel Imperiale, en Independiente, y Sergio Oga y Neri Espinosa, en el Lobo.
Cada cuerpo técnico trabaja con sus tiempos y sus métodos, pero se espera que ambos planteles realicen hoy la práctica formal de fútbol, donde podría comenzar a verse la idea de cada DT.
Mientras, los hinchas sueñan con un domingo de fiesta en el Parque de ilusiones.
Los ingresos al Legrotaglie
La dirigencia mensana está preocupada por no dejar suelto ningún detalle del operativo de seguridad, que tendrá la participación de más de 100 efectivos de la policía de Mendoza.
Hace unos días se dio a conocer cómo será el operativo de ingreso al estadio Víctor Legrotaglie, donde solamente podrán ingresar hinchas locales. “Hace mucho no tenemos incidentes dentro del estadio y queremos seguir así”, avisó el dirigente Marcelo Mut.
La evolución de los lesionados
Varias ausencias se pueden transformar en urgencias. En Gimnasia, José María Bianco ya sabe que no podrá contar con Mateo Acosta (rotura de ligamento lateral interno de la rodilla izquierda), Julián Fernández (esguince de tobillo) y Gabriel Fernández (expulsado la fecha pasada). Además, Sebastián Matos, el goleador que apenas pudo disputar unos minutos en la derrota con Mitre (fue expulsado), todavía presenta una radiculopatía, que es la lesión de uno o más nervios y de sus raíces nerviosas que atraviesan la columna vertebral, causando mucho dolor a quien la padece.
En el caso de Acosta, el jugador ya sabe que se pierde los dos próximos meses. Podría volver a jugar para el cierre de la temporada, en el mes de diciembre. Sin el exBrown (M) ni Matos, Bianco analiza volver a cambiar el esquema.
Por su parte, del otro lado, las alarmas se encendieron antes del compromiso del domingo pasado ante Platense. Primero fue Julián Navas quien quedó fuera de los concentrados por una dolencia (tendinopatía en el tobillo) y luego se sumó Jorge Zules Caicedo (distensión en el isquiotibial). A esa altura, el cuerpo técnico había decidido no utilizar a Mauricio Asenjo, quien ahora si está en condiciones de reaparecer. Ahora será el DT quien decide si el goleador va desde el arranque.
