Rusia juega la carta del apaciguamiento: el presidente Vladimir Putin anunció que su país no boicoteará los Juegos Olímpicos de Invierno-2018 y que no impedirá a los atletas que deseen participar bajo bandera olímpica, al día siguiente de la suspensión decretada por el Comité Olímpico Internacional (COI).
El presidente ruso habló al margen de un encuentro con obreros de una fábrica de Nijni Novgorod (Volga) y también anunció su candidatura para un cuarto mandato en las elecciones presidenciales de marzo de 2018. “Sin la menor duda, no vamos a poner ningún bloqueo.
No impediremos a nuestros deportistas tomar parte” en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, del 9 al 25 de febrero próximo, declaró Putin, quien no obstante repitió que sólo se debe “condenar a aquellos que son culpables”, refiriéndose a los atletas controlados positivo por dopaje; denunció que la decisión del COI es “fabricada y motivada políticamente”.
A comienzos de noviembre, Putin ya acusó directamente a Estados Unidos de haber orquestado las acusaciones de dopaje para influir en las elecciones presidenciales rusas.
Poco antes, a mediados de octubre, el presidente insistió en que hacer competir a los atletas rusos bajo una bandera neutral sería “una humillación”.
"Manipulación organizada"
“Lo importante es que en las conclusiones del COI, está escrito que no ha habido ningún sistema gubernamental de apoyo al dopaje”, añadió el presidente ruso, preguntándose la razón de que, en estas condiciones, “los deportistas rusos hayan sido vetados para participar con bandera rusa”.
Sin embargo, según el informe realizado por el jurista canadiense Richard McLaren, a petición de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), en Rusia se instauró un sistema de dopaje institucionalizado puesto en práctica con la implicación del ministerio de Deporte, de las autoridades rusas en la lucha contra el dopaje y de los servicios secretos (FSB) entre 2011 y 2015.
Las dos comisiones Oswald y Schmid, creadas por el COI, confirmaron estas conclusiones. La investigación llevada a cabo por la comisión Schmid constató “la manipulación organizada de las reglas y del sistema antidopaje en Rusia, vía el sistema de escamoteo de las muestras positivas durante los Juegos
Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi”, según el COI. Estas acusaciones llevaron el martes a la máxima instancia olímpica a tomar “por consenso”, según su presidente Thomas Bach, una sanción sin precedentes: castigar a todo un país por dopaje y excluirle de su competición de referencia.
El COI fue más allá y personalizó su sanción, ordenando la suspensión de por vida de Vitali Mutko, viceprimer ministro ruso y figura del deporte como organizador jefe de los Juegos de Sochi-2014 y cabeza visible del Mundial de fútbol de 2018. “Nunca he dado la orden, por ejemplo, al ministerio de Deportes o a otras organizaciones, de ganar los Juegos. Nunca hubo tal misión”, se defendió Putin.
Sin pruebas
“La mayoría de las acusaciones están basadas en hechos sobre los que no existen pruebas”, insistió el presidente, refiriéndose a Grigori Rodtchenkov, expatrón del laboratorio antidopaje de Moscú y persona que destapó el escándalo, del que puso en duda su salud mental. Putin, pese a todo, admitió que su país es “en parte culpable” de la decisión tomada por el COI.
El número y la identidad de los atletas rusos susceptibles de participar en Pyeongchang, se conocerá tras la próxima reunión del Comité Olímpico Ruso (ROC), prevista para el 12 de diciembre.
La mayoría de los deportistas rusos, pese a lamentar la decisión del COI, desean participar en los Juegos. “Hay que ir a los Juegos. No ir es rendirse”, declaró el medallista olímpico de hockey sobre hielo Ilya Kovalchuk, citado por la agencia TASS.
“Los atletas no deben desesperar y deben continuar entrenándose para los Juegos”, declaró por su parte la estrella de la pértiga, Yelena Isinbayeva, que ha iniciado una reconversión política.
Y la leyenda del patinaje artístico Evgeni Plushenko sentenció: “Si estuviera en su lugar, iría a los Juegos, declaró a la agencia TASS, admitiendo estar "contento de la decisión del COI porque podría haber sido peor”.
Bach se limitó a tomar nota
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, indicó que “he tomado nota de la declaración” del presidente ruso a través de la prensa, declaró Bach, que repitió que no había “hablado de la cuestión con el presidente Putin, antes o después de la decisión” tomada por el COI.
Las autoridades olímpicas decidieron el martes suspender a Rusia, autorizando a los atletas rusos “limpios” a participar en ellos bajo bandera neutral.
El número y la identidad de los atletas rusos susceptibles de participar en la cita olímpica se conocerán después de la próxima reunión del Comité Olímpico Ruso (ROC), prevista para el 12 de diciembre. “Espero y confío en que los atletas rusos limpios van a aprovechar esta oportunidad para tomar parte en los próximos Juegos de Invierno, para representar a una nueva generación de deportistas limpios”, deseó Thomas Bach.
De Sochi a Lausana, 4 años de descenso para el deporte ruso
Entre la ceremonia de clausura de los Juegos de Sochi el 23/2/14 y la decisión de anteayer del COI acerca de su participación en los Juegos de Invierno 2018, Rusia ha vivido un descenso a los infiernos, acusada de dopaje de Estado. En las últimas semanas ha perdido 11 de las 33 medallas olímpicas que ganó en 2014. Y la serie todavía no ha terminado.
23 de febrero de 2014. Última jornada de los Juegos de Sochi y gran éxito del país anfitrión. Los fondistas logran el triplete, con Alex Legkov logrando el oro, y el especialista en bobsleigh Aleksandr Zubkov consigue el doblete. Balance final: 33 medallas, 13 de oro, y Rusia al frente del medallero.
3 de diciembre de 2014. En el documental 'Dossier secreto sobre el dopaje: cómo Rusia fabricó sus campeones' la cadena pública alemana ARD reveló un dopaje sistemático cubierto por las autoridades rusas en el atletismo.
Dos días más tarde el COI solicita la apertura de una investigación. El 16 de diciembre el canadiense Richard Pound, antiguo director de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), se hace cargo de una comisión puesta en marcha para investigar las acusaciones de la ARD.
9 de noviembre de 2015. Las primeras conclusiones del informe Pound fueron abrumadoras para Rusia: estos casos de dopaje "no pudieron existir" sin el visto bueno del gobierno.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) suspende a la Federación Rusa el 13 de noviembre -una sanción provisional todavía en vigor-, abriendo la vía a la ausencia de los deportistas rusos en los Juegos de Río-2016. La AMA, por su parte, suspende a la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada).
12 de mayo de 2016. En un artículo en el New York Times, el antiguo director del laboratorio de Moscú, Grigory Rodchenkov, exiliado en Estados Unidos, revela que los Juegos de Sochi-2014 fueron objeto de una trampa a gran escala, que implicó a los servicios secretos rusos, a los que acusó de haber traficado con muestras los controles antidopaje.
Al menos 15 medallas rusas fueron logradas gracias al dopaje, según Rodchenkov. El 26 de mayo la AMA confía al jurista canadiense Richard McLaren una investigación.
21 de junio de 2016. La IAAF mantiene la suspensión provisional al atletismo ruso y propone una selección individual de algunos atletas, bajo ciertas condiciones referentes a los controles antidopaje, para que puedan participar en los Juegos de Río-2016. El COI accede a este plan: los atletas repescados pueden competir bajo bandera neutra. Solo habrá una, Darya Klishina en salto de longitud.
18 de julio de 2016. La primera parte del informe McLaren provoca un terremoto: denuncia un "sistema de dopaje de Estado" que toca a 30 deportes entre 2011 y 2015, con la ayuda activa de los servicios secretos rusos (FSB). Señala especialmente a los Juegos de Sochi-2014 y al Mundial de Atletismo de Moscú-2013.
El día siguiente el COI establece dos comisiones para investigar los Juegos de Invierno-2014, presididas actualmente por los suizos Denis Oswald y Samuel Schmid. Llevarán sus informes el 5 de diciembre de 2017 ante la comisión ejecutiva del COI.
24 de julio de 2016. El COI decide no suspender al Comité Olímpico Ruso, pero confía a las federaciones internacionales la potestad de prohibir a los deportistas rusos en Río '16.
5 de agosto de 2016. Al final son 276 los rusos que participan en los Juegos. Poco más de una centena (111) son excluidos, tras un procedimiento muy criticado.
9 de diciembre de 2016. La segunda parte del informe McLaren amplía el fraude al conjunto de todas las grandes competiciones que tuvieron lugar entre 2011 y 2015, estableciendo "una manipulación sistemática y centralizada de las muestras y del ADN" en los Juegos de Londres-2012 y Sochi-2014, por ejemplo.
23 de diciembre de 2016. 29 deportistas rusos que participaron en los Juegos de 2014 están en la mira del COI porque "existen pruebas de manipulación de una o varias muestras de orina tomadas durante el evento, como muestra el informe McLaren", explica.
8 de febrero de 2017. Tras haber otorgado los campeonatos del mundo de 2021 de biatlón a Tioumen (Rusia) el 4 de setiembre de 2016, dos meses después de la publicación de la primera parte del informe McLaren, la Federación Internacional de Biatlón (IBU), le retira la organización.
14 de setiembre de 2017. En plena sesión del COI en Lima, que atribuye los Juegos de 2024 a París y los de 2028 a Los Ángeles, 17 agencias nacionales antidopaje, entre ellas las de Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña, reclaman la exclusión de Rusia de los Juegos de Invierno de 2018 en Pyeongchang debido a su implicación "en uno de los mayores escándalos de dopaje en la historia del deporte".
19 de octubre de 2017. El presidente ruso Vladimir Putin advierte: prohibir a los deportistas rusos participar en los Juegos u obligarles a hacerlo bajo bandera neutra "es una humillación para Rusia y hará daño al movimiento olímpico".
29 de octubre de 2017. El COI anuncia una decisión el 5 de diciembre sobre la participación de los deportistas rusos en los Juegos.
1 de noviembre de 2017.
El COI saca la artillería dura contra el fondista ruso Alexander Legkov: retirada de su medalla de oro en 50 km, prueba reina del esquí de fondo, y suspensión de por vida de los Juegos. En el espacio de un mes, la instancia olímpica ha dictado la misma sanción contra 25 deportistas rusos.
El país pierde un tercio de las 33 medallas que ganó y 4 de sus 13 títulos olímpicos, entre ellos los dos de Aleksandr Zubkov, abanderado en la apertura, en bobsleigh.
16 de noviembre de 2017. Durante un consejo en Seúl, la AMA mantiene la suspensión de la Rusada. La agencia estima que uno de los criterios es el reconocimiento explícito del dopaje institucional, algo que Moscú se niega a hacer.
Cuatro días antes la AMA anunció haber recibido una serie de datos sobre los resultados de los controles de deportistas rusos entre 2012 y 2015, informaciones que permiten “reforzar la idea de que las autoridades rusas deben reconocer públicamente lo que sucedió”.
27 de noviembre de 2017. El COI desvela las motivaciones de la decisión sobre Legkov, una de las primeras de la comisión Oswald. ¿Rodchenkov? Un "testimonio creíble". ¿Las conclusiones de McLaren? La comisión "las comparte". ¿El sistema de manipulación de muestras? "Uno de los peores golpes que ha recibido la integridad y la reputación de los Juegos Olímpicos".
Estas sentencias obligan a la Federación Internacional de Esquí (FIS) a suspender provisionalmente el 30 de noviembre a los seis primeros fondistas rusos sancionados el 1 de noviembre.
5 de diciembre de 2017. La comisión ejecutiva del COI se reúne en Lausana para tomar una decisión sobre la participación de Rusia en los Juegos de 2018. Las comisiones Schmid y Oswald deben presentar sus conclusiones, y una delegación rusa debe tomar la palabra al principio de la sesión. El veredicto, sobre las 19h30 locales (18h30 GMT) con la conferencia de prensa del presidente del COI Thomas Bach.