Desde 1914 tenemos con nosotros la evocación escultórica mayor que la Nación dedicó al Ejército de los Andes, emplazada en lo que dio en llamarse desde entonces, Cerro de la Gloria. Con magistral expresividad, esa obra del artista uruguayo Juan Manuel Ferrari honra a todos los héroes de la campaña libertadora continental iniciada en 1817 y ocupa un lugar de brillo propio en el patrimonio cultural e histórico de Mendoza, de la Nación y del continente.
Y desde 1997 tenemos la evocación pictórica pública de la gesta libertadora continental en sus escenarios grandiosos de los Andes, con la Pinacoteca Sanmartiniana Fidel Roig Matóns, ubicada en el Palacio del Concejo Deliberante de la Municipalidad de Ciudad de Mendoza. Las obras de la Pinacoteca Sanmartiniana aúnan valores extraordinarios universalmente reconocidos, relativos al arte, la geografía andina y la historia. Y a través de sus cuadros, despliega organizadamente los asombrosos escenarios andinos transitados por el Libertador, como trayectos históricos y como escenarios de grandes obras de composición. Se encuentran allí, la ruta mayor del Paso de los Patos, de la campaña de 1817; el Paso de Uspallata, ruta del parque del Ejército en 1817 y por el que el Libertador definitivamente se dirige a emprender la campaña del Perú, en 1819; y el Paso del Portillo, de la fuerza distractiva enfrentada a Santiago en 1817 y camino de retorno definitivo del Libertador, ya predispuesto al ostracismo, en 1823.
Esta exhibición organizada tiene la particular y muy valiosa capacidad de transmitir conocimiento, interés y admiración a través del arte y la belleza.
La Pinacoteca Sanmartiniana, desde luego, también tiene su lugar natural por su contenido y valores dentro del universo patrimonial cultural histórico de Mendoza, la Nación y el continente.
Y en este año de 2019 asistimos a la justísima y feliz propuesta de que las rutas de la epopeya libertadora de los Andes de 1817 sean exaltadas a integrar el patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Aquella evocación escultórica erigida en 1914, como la evocación pictórica abierta desde 1997, son elevadas exaltaciones de los mismos valores que todos esperamos reciban el reconocimiento universal a través de la Unesco. Las rutas andinas de la campaña de 1817, materialidad de rocas y hielos, por ser las mismas que pisaron y vencieron aquellos patriotas libertarios y sus mulas, se convertirán por humana voluntad en un valor inmaterial que integrará el acervo inmaterial del patrimonio de la humanidad.
Entre tanto y desde muchos años, voluntades humanas se ocuparon y se ocupan institucionalmente de exaltar, rememorar e ilustrar a propios y extraños sobre los mismos valores. Esta particularísima coincidencia de acciones, efectos e ideales debe consolidarse en un reconocimiento institucional de la Unesco que acompañe a la declaración que se espera.
Enrique F. Roig
Virgilio Roig
Hijos del pintor Fidel Roig Matóns