Lo que pasó con la ley 7.722 en el orden provincial, y con la de Emergencia en la Nación me recuerda la historia del pastor mentiroso.
La verdad es, que al igual que el pastor nos han mentido tanto, nos han engañado tanto, han incumplido cuanta promesa electoral que se nos ocurra, se contradicen tanto, han dado tan mal ejemplo, que cuando piden el apoyo para estas nuevas leyes, que quizás sean buenas, nadie les cree. Como al pastor mentiroso, en algún momento este quiebre de confianza se iba a producir. En mi opinión, el rechazo popular se basa, además de la defensa del bien más preciado de los mendocinos como es el agua, en la desconfianza a los controles, los malos antecedentes para la sociedad, de la justicia, y de cualquier órgano de control. Los políticos y la dirigencia en general, no se dan cuenta, o no quieren valorizar la institucionalidad, que solo consiste en la confianza que generan las instituciones en la sociedad cuando en los hechos muestran un buen funcionamiento.
Este logro activa en la gente el respeto a las mismas y a las normas que las regulan.
Las encuestas mandan, el sentido común de los ciudadanos les indicaba que una vez más podían ser engañados.
Veamos un tema también de agua, los famosos pozos de Agrelo, con grandes emprendimientos, algunos terminados, pero cuestionados en su autorización legal original, al margen de la parte administrativa oscura, los juicios que se generaron en la Corte llevan casi 7 años, y no se resuelven.
¿Qué sucederá? Es muy probable que se aplique la teoría de muchos empresarios, la del hecho consumado, las inversiones han avanzado de tal manera que volver para atrás aparece como una locura por el perjuicio que se produciría, por eso, la violación a la ley, si existió, pasara a segundo término, y si eso es así, los responsables habrán sido los organismos de control que no actuaron oportunamente, y la justicia que permitió la ralentización de las causas. Más descredito para las instituciones.
Necesitamos otros representantes que no hayan mentido, que su compromiso social por el bien común, venga garantizado por los hechos de su vida, por su austeridad. Y no por la lapicera del líder o las componendas de los grupos de turno.
Pedro García Espetxe
DNI: 8.456.087