Cuando pensábamos que una etapa de la vida (la adolescencia) había dejado atrás uno de los trastornos más típicos de ella, es decir el acné, su reaparición en la adultez nos puede hacer volver en el tiempo atrás.
¿Tenés más de 40 y aún tenés acné? ¿Cómo puede ocurrir? No sólo puede suceder, sino que les pasa en lo concreto tanto a hombres como a mujeres, que ven atónitos de qué manera sus rostros, cuellos o espaldas (las zonas más perjudicadas) se ven afectadas con este problema.
¿Pero qué es puntualmente el acné? Es un problema médico que afecta las glándulas cebáceas y los folículos pilosos, un trastorno de la piel que ocurre cuando estos folículos se tapan con grasa y células cutáneas muertas.
Se trata de una afección cutánea que causa la formación de granos o “barritos”. Pueden aparecer comedones cerrados, espinillas negras y parches rojos e inflamados de la piel (como quistes).
Como explica la especialista en dermatología (de adultos y niños), Carmen Liliana Huczak, “el acné, más allá de ser habitual en la adolescencia, no es privativo de ella. Se puede tener de adulto, mientras se esté hormonalmente activo. Incluso cuando somos grandes llega a ser más importante que en etapas jóvenes, lo que hace que luego de los 40 años haya que ahondar mucho más en la causa de aparición del acné, al igual que el tipo de tratamiento adecuado”.
Hasta 15 causas posibles
Causas farmacológicas, hormonales en la mujer, o la ingesta de vitaminas por parte de los hombres (para fortificar su parte muscular) pueden derivar en el aumento de la aparición de acné. “Incluso pueden agravarlo si está de manera preexistente”, apunta la dermatóloga.
–¿Cómo se da el proceso inflamatorio hasta terminar en su aparición?
–Hay que saber que el acné en los adultos tiene de diez a quince causas posibles. En el proceso se engrosa la piel, se genera una obstrucción glandular, la sobreproducción de sebo espeso (que tiende a la infección y sale de la glándula) terminando por explotar dentro de la piel. Esto genera la aparición de un proceso crónico inflamatorio, que frente a situaciones hormonales o genéticas (entre otras) empeora. Hay bacterias que hacen que se perpetúe ese proceso inflamatorio, por ello es vital acudir al profesional para que haga los estudios del caso .
–¿La historia familiar influye también?
–Sí, definitivamente influye mucho a la hora de que un acné sea más o menos fuerte. Lo cierto es que son tantas las causas y los factores, que los profesionales sabemos que si aparece un paciente con acné de adulto, se trata de una persona que debe estudiarse muy bien, para ver el origen, las causas y el proceso a seguir. Seguramente será un paciente que necesitará un tratamiento sistémico, mucho más puntual y controlado.
–¿En la mujer se tiene a pensar en alguna otra causa en particular?
–En general hay que rever la parte ovárica, ya que es la causa más frecuente del acné en la adultez femenina.
–Si el origen del problema es hormonal, ¿puede ir acompañado de otras manifestaciones?
–Sí por ejemplo puede verse un aumento de pelo en el caso de la mujer. También puede ir acompañado por obesidad o trastornos tiroideos (por nombrar algunos). En el hombre puede darse una alopecia androgenética (que es la caída de pelo en la zona central de la cabeza). Eso no implica que haya una trastorno hormonal, sino que su testosterona hace que el folículo piloso y la glándula sean más sensibles y tiendan a producir grasitud y generar el acné.
Cuidado cosmético
–¿Existe el denominado "acné cosmético"?
–Es algo que también puede darse. Por ejemplo si la paciente tiene piel oleosa puede generarse con cualquier maquillaje. Es importante, si este es el caso, que la persona no se aplique cremas, sino emulsiones o lociones que puedan humectar la piel, sin engrasar el bulbo ni tapar la glándula. El elemento más importante en la aparición del acné es la obstrucción de la salida glandular. Hay otro tipo de acné que se da en pacientes que no tienen en cantidad, pero que por tocarse el rostro de manera permanente empeoran su caso, generando la mayor proliferación del mismo.
–Y, respecto al maquillaje, ¿cuál sería el indicado?
–Todos los que tengan “oil free”, y sean “no comedogénicos”. El comedón es la obstrucción glandular, si está abierto se da el denominado punto negro, si está rojo, es un comedón cerrado. Por ello lo ideal es que los cosméticos que se utilicen sean “no comedogénicos”, que implica que no obstruyen la glándula, lugar en donde comienza la obstrucción. Lo más importante es que la paciente se saque el maquillaje apenas llegue a su hogar, limpie su piel, y la deje “respirar”. Por otro lado, y a la hora de maquillarse, debe inclinarse por texturas livianas y “oil free”.
–¿Hay estaciones en las que el acné mejora?
–Absolutamente. En el verano todo el acné mejora, o disimula, más bien, ya que reduce el grosor de la piel y des obstruye la glándula. Muchas patologías mejoran en esta época y empeoran en el invierno. De hecho los tratamientos para el acné deben realizarse en la época invernal (desde marzo hasta agosto o setiembre).
–¿Y si el problema aparece en verano?
–En general, y luego de hacer un análisis del caso pueden darse antibióticos especializados en piel, y algunos específicos, siempre guiados por el profesional y de acuerdo al caso. Luego durante el invierno, se podrá generar un tratamiento definitivo, controlado por el profesional.
Una buena alimentación como aliada
"Somos lo que comemos" dice el dicho, y parece no ser nada desacertado a la hora de aparición de diversas dolencias o enfermedades. El acné definitivamente no queda exento, y no distingue género.
Según la licenciada en nutrición Carina González, “en la mujer se da más que en el hombre por los cambios hormonales, el uso excesivo de determinados cosméticos y cremas inadecuadas o en exceso.
La contaminación ambiental es otro factor, así también como el exceso de peso y obesidad”.
–¿Qué alimentos podríamos decir que son "malos" en este sentido?
–Las grasas saturadas, como fritos, aceites, exceso de fiambres, como también los chocolates dulces y pasteles, es decir el exceso de azúcares. Sin embargo hay personas que tienen una sensibilidad especial en la piel, por lo que algunas opciones que parecen sanas, les pueden generar irritación o acné, como es el caso de las frutas secas.
–¿Por ejemplo?
–En particular las nueces. No son tan recomendables para la piel de personas sensibles a ellas, o a los ácidos grasos. Por su lado, los lácteos, mientras sean descremados, no revisten problema. Los malos hábitos como el tabaco y el consumo de alcohol también confabulan para el bienestar de la piel, y la aparición de este problema
–¿Qué alimentos sugerís?
–Lo que favorecería el tratamiento del acné, para empezar, sería ante todo una buena hidratación: al menos hay que tomar dos litros de agua diarios. En segunda instancia hay que tratar de comer muchas verduras, y sobre todo las de hojas verdes, y cereales (por la vitamina E), así como también zanahoria y cítricos (por la vitamina C). Todo esto ayuda contra los radicales libres, como antioxidantes. También es recomendable consumir alimentos con vitamina A, que se encuentra en el pollo, cerdo, o verduras como la zanahoria.
–¿Algún consejo?
–Un tip antioxidante es utilizar en los alimentos o en ayunas, la levadura de cerveza, ayuda mucho con el acné tanto en adolescentes como los adultos. Buenos hábitos y una alimentación adecuada son grandes puntales para ayudar a contrarrestar los efectos del acné en la adultez.
