En la vereda opuesta a Angelina Jolie, quien dejó de comer hasta lograr pesar 37 kilos, Adele se muestra más saludable que nunca. La cantante tenía un cuadro de obesidad. Atenta a las palabras de sus médicos decidió ajustar sus hábitos y comenzar ejercios. El cambio fue lento. En dos años bajó 30 kilos.
"Comencé a sentirme cada vez mejor, tanto física como anímicamente", aseguró ella, una de las mejores cantantes de la década.
Para lograr el peso dejó las gaseosas, las carnes, los dulces y los alimentos procesados y se inclinó por una dieta vegetariana. Su dieta se basó en: hidratos de carbono, frutas, almendras, lácteos, legumbres, semillas de lino, chía y sésamo.
Su mañana arranca con un café con leche de soja, frutas, queso fino y aceite de coco. Tipo once come almendras. Al mediodía arroz, lechuga o cualquier hortaliza. Y en la cena cereales o un yogurt.
El ejercicio son pilates tres veces por semana e hipnosis para calmar la ansiedad.