El golazo del Lucas Baldunciel fue el desahogo del Lobo, que venía a los tumbos desde hace tres partidos. Es verdad, Gimnasia y Esgrima ayer estuvo muy lejos de brillar, aunque esto parece ser una constante en esta versión 2019, pero le alcanzó para lograr una victoria fundamental frente a un rival directo, Agropecuario por 1 a 0, y recuperó ese espacio que estaba a punto de perder en el reducido.
Fue un sólo grito de gol, suficiente para calmar tanta ansiedad, no sólo en el cuerpo técnico, sino el popular y la dirigencia.
Un grito que le permite al Lobo barajar y dar de nuevo y en este caso, corregir y pulir errores, tras una corajuda victoria.
Fue a los tumbos, como pudo, desordenado hacia adelante buscando el arco defendido por Salort (quien en realidad no tuvo nada de trabajo), pero el objetivo era que los tres puntos se quedaran en casa.
El Mago Oga no aportó mucho al igual que Gonzalo Bazán (quien se fue con un tirón en su pierna derecha) con tanto juego aéreo. Lo más regular lo puso Pablo Cortizo. Y en el fondo mandaban Mondino y el debutante Santiago López. Igualmente, Gimnasia careció de variantes.
Es que, el Sojero lo anticipó en el fondo con Vesco, Parnisari y la regularidad de Blanco en el medio, que buscó asociarse a la velocidad de Tomás Fernández. Atento al contragolpe que nunca llegó.
Mucho juego aéreo y poca idea futbolística. Así, el negocio era para Agropecuario. El Lobo pese a la falta claridad siempre intentó desequilibrar. Se fue un malísimo primer tiempo.
El complemento fue más dinámico y luego de los 28' se abrió el partido, y a los 40' llegó el golazo de Baldunciel, trajo alivio y una gran fiesta mensana.
