Días atrás, en esta sección, he leído dos artículos del arquitecto R. Bekerman, sobre la posibilidad de que “algún día” se podría reactivar el servicio de trenes desde Buenos Aires al Pacífico (ex San Martín), haciendo hincapié en las ventajas económicas que generaría dicha obra, tanto en el comercio, en industrias, como así también en el turismo en general. Dejo constancia de que coincido totalmente en lo beneficioso que sería para nuestra provincia en general y también San Juan y San Luis. Lamentablemente le informo, estimado arquitecto, que conseguir inversores para tamaña obra hoy en nuestro país es totalmente imposible, y explico a continuación porqué:
Lo primero es que en nuestro país no hay “seguridad pública” y, a causa de ello, nadie garantiza a los inversores la devolución de su capital invertido más los intereses correspondientes. Lo mismo pasó con los inversores nacionales en las llamadas licitaciones por Concesión de Obras Públicas.
Lo segundo son los sindicalistas mafiosos que manejan sus gremios como cotos de caza como el Sindicato de Camioneros. Reitero, ¿y si otra vez asume el poder otro gobierno populista y/o cristinista y autocrático, que cambian las leyes a su paladar, y que hemos visto cómo se manifestó ello en las PASO, con la fuga de los inversores extranjeros y la suba del riesgo país a más de 2.000 puntos a causa de lo antes expuesto?
Como ejemplo tenemos el caso de la empresa francesa, en Mendoza, que se hizo cargo de Obras Sanitarias, aportando un capital importante para la provincia y, ante los efectos de la política del gobierno cristinista, se retiró haciendo juicio a Mendoza en el Ciadi por incumplimiento de contrato. Tengo entendido que ya se dictó sentencia contra nuestro país por un monto de varios millones de dólares.
Me duele, como argentino y profesional, tener que poner trabas a su anhelo propuesto en ambas notas en esa gran obra, pero tanto Ud. como yo hemos tenido una larga trayectoria profesional y lamentablemente, a causa de estos gobiernos populistas, que cobijaron y dirigieron la gran corrupción que hubo, que por los montos robados a los argentinos, hoy arquitecto, no tendríamos que apelar a los fondos extranjeros, ya que con su valor, podríamos haber construido esa anhelada obra con capitales propios.
Como ejemplo tenemos el caso del ferrocarril Belgrano. Este gobierno ejecutó obras a lo largo de 700 km de vías y obras permitiendo trasladar desde Salta a Rosario, en un viaje, miles de toneladas de productos de la zona al puerto (cereales).
Las obras que se están proyectando en el camino a Chile y de pronta licitación, entre ellas la ampliación del túnel Caracoles por donde transitaba el ferrocarril Trasandino, para vehículos (espero que se prevea el original también) ensanche del túnel Cristo Redentor por U$S 600 millones.
En conclusión: vemos que sin corrupción y existiendo la ley de extinción de dominio, se podrían financiar obras y ejecutarlas con lo nuestro, sin necesidad de limosnas y generando más mano de obra y progreso para el interior de nuestro gran país.
Ing. Enrique J. Sabatino - DNI 6.862.731