La panelista de Chiche Gelblung está que trina desde que se enteró, a fines de la semana pasada, que su ex amorcito Martín Redrado y Luciana Salazar volvieron a renovar sus votos de pareja y compromiso. Amalia Granata salió el lunes a decir pestes de los dos por Twitter. El caso es que, según ella, no es despecho sino una gravísima afrenta que el economista le hizo a ella.
Lo primero que se encargó de aclarar es que no se separó de Redrado por una “tercera en discordia” (a estas alturas, ¿a quién le importa?) y que tiene “pruebas de todo” lo que dice contra él. “Nada es normal en esta situación, no hay terceras en discordia, hay un montón de cosas, son personales, que él las sabe y yo las sé”, le dijo a “Intrusos” y explicó que no habla por el amor mutuo que tiene con la familia de Redrado.
El problemita parece que está en que Redrado siguió jugando a dos puntas entre ella y Salazar. Después de la ruptura entre él y Amalia, en junio, volvieron a tener encuentros esporádicos y calientes. El 9 de julio, Redrado le suspendió una cena, y ella se enteró por Twitter que había ido a tener una velada romántica con Salazar.
Eso fue lo que terminó de explotar el viernes pasado, cuando Luli lo contó en “Bailando”: Granata lo bloqueó de su teléfono y le mandó un furibundo mail de despedida. “Me tratan de despechada a mí, miraría para otro lado a ver quién es el despechado”.
Estos secretos guardados son... ¡atroces!