Se puede lograr un notable ahorro energético al adquirir ventanas de aluminio, que adicionalmente presentan la mejor resistencia mecánica a las solicitaciones de viento, estanqueidad al aire y al agua, durabilidad casi sin necesidad de mantenimiento y por todo ello, una amortización de la inversión en el tiempo.
Los números sustentan la importancia de aislar bien una casa a través de las aberturas. Aproximadamente el 35% de las pérdidas y ganancias de calor que debe suplir la calefacción y la refrigeración se originan en las ventanas. Lo cual implica una incidencia en el consumo energético total -iluminación, calefacción, refrigeración– y por ende, en las tarifas.
Frente a esto, se puede lograr un notable ahorro energético con una medida muy simple, como lo es la elección de ventanas. Para lograr la máxima amortización por ahorro energético y por durabilidad en el tiempo, las ventanas de aluminio resultan ideales.
Frente a la decisión de las aberturas, hay que tener en cuenta cinco factores que influyen en la eficiencia:
1. El marco
Es uno de los ítems a tener en cuenta cuando elegimos las ventanas. El material del marco y su desempeño va a tener una incidencia importante en el ahorro energético. Si se elige uno de aluminio se logra al mismo tiempo la máxima durabilidad, aislación térmica y hermeticidad. Si adicionalmente se incorpora en el marco la tecnología de ruptura de puente térmico -RPT- se obtienen los mejores estándares de calidad y eficiencia, disminuyendo sustancialmente los costos de refrigerar o calefaccionar los ambientes. Además, la durabilidad del material es un elemento fundamental en la sustentabilidad económica de la ventana, ya que mantiene sus prestaciones intactas a lo largo del tiempo, sin deformaciones, pérdidas de color y que no conlleve un mantenimiento constante ni requiere un recambio.
2. Los herrajes y accesorios
Los sistemas de herrajes y accesorios son los responsables finales del funcionamiento de la abertura, su deslizamiento, giro, apertura, cierre, etc. Este sistema es lo que otorga a la ventana la cualidad de la hermeticidad y permite aislar térmicamente de las ganancias y pérdidas de temperatura, así como de las filtraciones de aire y agua.
Los principales accesorios son los herrajes, bisagras, ruedas, cierres y burletes. Estos últimos brindan hermeticidad, fijación de vidrios y terminación.
3. El vidrio
El vidrio representa la mayor cantidad de superficie de una abertura, por lo tanto es imprescindible elegirlo bien. La elección de una ventana con doble vidriado hermético -DVH- y además, con tratamientos especiales (baja emisividad o bajo factor solar) es altamente recomendable, ya que al tener una cámara de aire sellada herméticamente entre los dos vidrios, logra un aislamiento termoacústico muchísimo mayor a un vidrio simple. El costo mayor de un doble vidriado hermético se amortizará en pocos años, a través de los ahorros en las tarifas de luz y gas. El DVH logra máximos niveles de aislación termoacústica y los mejores estándares de confort, evitando el riesgo de condensación de agua y la sensación de muro frío al acercarse a la ventana en invierno en los ambientes interiores.
4. Una correcta instalación
Hay que hacer especial hincapié en contar con los servicios de un carpintero profesional que garantice una correcta instalación, ya que incluso si se elige un gran producto, mal instalado puede generar, por ejemplo, pérdidas de temperatura sustanciales causando enormes gastos de energía en la vivienda.
5. Tipología de ventanas
El asesoramiento profesional es clave para conocer las características de las ventanas ideales para cada ambiente según la orientación de la vivienda y asoleamiento. Entre la tipología de ventanas más utilizadas para vivienda, las ventanas corredizas, por ejemplo, cuentan con un sistema de felpas que logra un gran nivel de hermeticidad. Sin embargo, las ventanas batientes son las que tienen el cierre más hermético debido a la utilización de burletes, que favorece un muy eficaz nivel de aislamiento térmico y acústico. Además, las ventanas oscilobatientes son una excelente opción para la hermeticidad y aislación, gracias a un sistema de herraje de rotación combinado que permite tanto la apertura lateral de las ventanas de abrir, cómo la apertura inclinada superior de las ventanas tipo banderola.
Conclusiones
Estos cinco factores son fundamentales para lograr la máxima eficiencia energética en la vivienda. La inversión en ventanas de aluminio de alta calidad se amortiza en pocos años, en función de los nuevos cuadros tarifarios.
La durabilidad es otro factor clave para elegir ventanas de aluminio, ya que obtienen los mejores resultados del mercado, comprobados durante décadas. También es posible el recambio de los viejos ventanales en una casa o departamento que suelen ser muy poco eficientes, con un procedimiento que puede hacerse con obra seca y muy rápidamente, dejando el marco existente que está amurado a la pared y sólo cambiando las hojas adaptando un nuevo marco que cubra al existente. En poco tiempo y con una inversión muy razonable se obtendrá un salto cualitativo en calidad de vida.