Esta protagonista indiscutida del hogar es la primera que se afirma fuerte en la tendencia, alimentando así nuestra búsqueda de confort en el nuevo habitar. El ritual de preparar los alimentos es toda una rica experiencia que puede resultar aún más gratificante cuando se trata de compartirla con el verde.
Y claro, aparecen soluciones que deben prestar mayor durabilidad como las nuevas piletas de cocina realizadas en cuarzo, un material de gran resistencia. Su presencia en las piletas dialoga de manera maravillosa con los distintos modelos de mesadas, pero no deja de ser el centro de atención en cualquier isla. Su aporte de distinción y modernidad también se alinea con una mirada de diseño minimalista enalteciendo el espacio.
A esto se suma la experiencia de tocar y usar estas piletas, que son sumamente suaves al tacto, regalando sensaciones de placer a cada persona que las use. Las superficies de estas bachas son ligeramente rugosas, con un dejo que nos remiten a las piedras, lo que se logra gracias a la aleación de arena de cuarzo natural, el componente más duro del granito y la resina.
Pero, si estamos hablando de la cocina, está claro que no solo la estética es lo que importa. Por eso, vale la pena destacar que las bachas de cuarzo tienen cualidades fundamentales para este ambiente, y para su función: son fáciles de limpiar (gracias al efecto lotus, repelen el agua formando gotas más grandes y fáciles de secar), resisten golpes, rayaduras accidentales y manchas, y su superficie es antibacteriana.
Los modelos incluyen diseños que cuentan con un cuenco auxiliar y también una continuación de la bacha para apoyar vajilla o incluso usarla como espacio extra al momento de cocinar.
Asesoró: Häfele