Cómo diseñar una oficina en tu propia casa para trabajar como autónomo o freelance

Cada vez es muy común que las personas trabajen desde casa. Esto nos ofrece mucha comodidad. Sin embargo, no quiere decir que podamos trabajar todo el día desde nuestra cama.

Cómo diseñar una oficina en tu propia casa para trabajar como autónomo o freelance

Para alcanzar el éxito trabajando desde casa, debemos definir ciertas condiciones que nos permitan desarrollar nuestras actividades de manera satisfactoria. Por esto, necesitamos un área de trabajo que sea los suficientemente tranquila y profesional.

A continuación te dejamos una serie de recomendaciones que deben ser tomadas en cuenta al momento de diseñar tu oficina:

1. Mobiliario

El lugar que escogemos para nuestra oficina debe ser distinto a la habitación donde dormimos. Esto se debe a que nuestra oficina debe estar ubicada en un lugar en el cual nos sintamos productivos, y, por el contrario, en nuestra habitación tenemos muchos elementos distractores.

Debemos enseñarle a nuestro cerebro cuándo es momento de trabajar y por eso es importante que tu lugar de trabajo sea eso… un lugar de trabajo. Salí de tu zona de confort y establecé tu oficina en un espacio tranquilo y libre de interrupciones.

Recordá mantener ordenado todo el material que utilices. Para esto puede ser necesario adquirir un escritorio lo suficientemente amplio en el cual puedas colocar todos los objetos y equipos que utilices día a día, como por ejemplo: tu Pc o notebook, impresora, escáner, libros, calendarios, revistas, etc.

Otro aspecto sumamente importante es contar con una buena conexión a Internet. Tu computadora debe contar con los sistemas tecnológicos más actualizados, sobre todo si se trata de un modelo de negocio por Internet en el que necesites trabajar con los programas más recientes.

La silla que utilizás debe ser lo suficientemente ergonómica para que se adapte sin problemas a tu espalda. Debés asegurarte de que te sientas cómodo en ella ya que pasarás varias horas al día sentado.

2. Iluminación

Si trabajás en el día, aprovechá la luz natural durante las mañanas. Esto lo podés lograr si ubicás tu oficina en un espacio orientado al sur o al este.

En vista de que la mayoría de la información que recibimos es a través del sentido de la vista, nuestro espacio de trabajo debe estar siempre bien iluminado. En caso contrario, nos sentiríamos fatigados o con problemas oculares. De igual forma, el número de errores aumentará provocando un descenso en nuestros niveles de productividad.

3. Sonidos

Algunas personas necesitan ser estimuladas con música mientras trabajan. Sin embargo, esto no funciona de la misma manera para todos. Si este es tu caso y necesitás un espacio tranquilo y silencioso, ubicá tu oficina en un lugar alejado de tu casa en el cual no tengas interrupciones.

Para estar más concentrados y ser más productivos, debemos permanecer en un lugar calmado y sereno. Una recomendación es ubicar tu oficina en el patio interior, el cual te permita estar alejado de los ruidos del tráfico.

Es importante que tu familia o las personas con las que convivís sepan lo importante que es para vos la tranquilidad y eviten interrumpirte durante tus horas de trabajo.

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