A casi dos años de la llegada de la crisis sanitaria a la Argentina, expertos del ámbito de la construcción y arquitectura coinciden en destacar que la pandemia promovió cambios que permanecerán por mucho tiempo en la manera de diseñar, reformar y edificar la vivienda, enfocadas en especial en la era post COVID-19.
En las viviendas actualmente en obras sobresalen el concepto abierto, con mayor presencia de aberturas amplias que permitan el ingreso de luz natural y la conexión con el exterior. Sobre todo con ventanas o puertas de piso a techo con doble vidriado hermético (DVH) que conectan hacia el aire libre, algo muy priorizado por la demanda que compra para estrenar o por quienes “viven” en la casa de siempre y han hecho reformas para sumar aberturas amplias que ayuden a ganar luminosidad y ventilación.
“La gente se volvió más consciente de la importancia de la luz natural, de prestar atención en el confort interior por medio de una buena calidad de construcción. Y asumió un rol más responsable en el consumo energético en sus casas al estar más tiempo dentro de ellas. Por lo que priorizan estrategias que minimicen el uso”, dijo Angie Dub, del estudio DUB y especialista en sustentabilidad en arquitectura y urbanismo.
Fuentes del sector coinciden en que en la industria que 2020 marcó un antes y un después en el mundo en todos los sectores productivos, incluida la construcción de la vivienda, que impulsó a repensar el uso de los espacios, en función de lo que anteriormente se realizaba fuera del hogar, como trabajar, estudiar, hacer ejercicio, entre otras actividades corrientes.
Entre los cambios principales que advierten en el sector que se produjo con la crisis sanitaria en las preferencias de la gente al edificar o refaccionar su vivienda resaltan que “el espacio es el nuevo lujo”, un jardín es más importante que una vista extraordinaria, o un patio donde puedan jugar los hijos de la familia se aprecia más que el bar más cool.
Sergio Topor, director del estudio de arquitectura STyAS, destacó que “si bien no hay reglas fijas (dependen de la edad, composición familiar, actividades, entre otros aspectos), lo más usual es que la cocina, comedor y living estén integrados como un gran espacio, sin las paredes o barreras tradicionales, y en lo posible, vinculados con galerías o jardines. O dormitorios con escritorios o espacios de trabajo para trabajo remoto. También es normal en este tiempo que los garajes o galerías se conviertan en salones de usos múltiples (SUM), gimnasios o salas de juegos para chicos, conectados con jardines o patios”.
La pandemia generó cambios que perdurarán. El encierro mostró la importancia de tener ambientes luminosos, ventilados, con vistas agradables y relajantes, de preferencia, al verde.
Topor enumeró las principales preferencias que hoy se perciben en el mercado:
- 1) Disponer de espacios flexibles, que sirvan tanto para trabajar, como hacer actividad física, reunirse con la familia. Tanto interiores como exteriores, cubiertos y semicubiertos;
- 2) Espacios más integrados y fluidos: las cocinas son completamente abiertas, con barras que permiten comer y también trabajar;
- 3) Contar con áreas privadas, o que, dentro de un espacio grande se pueda cerrar uno más pequeño;
- 4) Conexión y tecnología en todos los ambientes;
- 5) Conservación de la energía (ventanas, cerramientos y techos con buena aislación, entre otros), reciclado de residuos, huertas y jardines, profusión de verde, mucha iluminación y ventilación natural.
Cambios y demanda
La crisis sanitaria potenció la implementación de cambios o reformas para poder adaptar el nuevo estilo de vida a las necesidades de un uso más intensivo de la vivienda, con la utilización de materiales que permiten simplificar los procesos y tiempos.
Según los expertos, una buena modificación de una vivienda tiene que empezar por prever un buen arreglo de toda la envolvente (paredes y techo) para poder mejorar el confort interior.
Todo lo referido a visuales y ventilaciones naturales han ganado mucho espacio dentro de la mente del consumidor. Antes los balcones o patios eran espacios perdidos, hoy no solo que se usan, además la gente los valora. Una de las cosas más buscadas dentro del CABA son los PH con patios o terrazas. Y se buscan unificar esos livings que dan a esos patios con algún cerramiento para poder darle aún más funcionalidad.
En la construcción hay 3 etapas esenciales vigentes: la obra negra (hasta los muros y techos construidos); la obra gris, donde ya cuenta con todas sus paredes, cableados eléctrico, agua, gas y por último la obra blanca, que es la parte final con revestimientos y detalles, colocación de pisos, ventanas, pintura, entre otras opciones. Una vez terminada, la vivienda está lista para habitarse.
Lo más demandado son los revestimientos, griferías de baño y cocina, artefactos de baño y todo lo que a iluminación se refiere. Fueron los segmentos ganadores durante la pandemia. El cambio o colocación de pisos fue la remodelación más frecuente durante el último año.
Diego Morace, de Morace Constructora, puntualizó que en un baño, “lo más frecuente al reformarlo es reemplazar cañerías y luego revestirlos en porcelanatos. Hoy la tendencia si el ambiente lo permite en superficie es tener dos bachas que permitan lavarse las manos a dos habitantes del hogar a la vez. Una refacción oscila en los 65.000 pesos por m2″.
En todos los casos, la pandemia hizo cambiar ciertos paradigma, todos coinciden que permanecerán por mucho y que cuando se diseñe una vivienda habrá que tener en cuenta que disponer de áreas abiertas es tan o más preciado que lo cubierto. De hecho la parrilla propia es algo clave y que debe priorizarse.
“Todos piden que la parrilla sea eje del proyecto, sea una casa nueva como un departamento, que su ubicación en la galería, balcón, quincho o el patio es imprescindible”, concluyó Dub.
Fuente: Grupo Construya
