La iluminación de piscinas es una de las alternativas decorativas para acentuar el diseño y los materiales que integran las mismas. Los importantes avances tecnológicos permiten la colocación de artefactos eléctricos sin riesgo alguno.
Asimismo, instalar la iluminación adecuada permite percibir por la noche el diseño y el espacio de las mismas. De este modo, la piscina cobra protagonismo durante la noche con el resto de la ambientación.
Existen varios tipos de sistemas de iluminación de piscinas, entre ellos las lámparas halógenas (que pueden ir por fuera o por dentro de la piscina), la fibra óptica, la iluminación por LED y las lámparas flotantes.
El sistema de iluminación de piscinas por fibra óptica otorga seguridad y beneficios de las aplicaciones de la iluminación colorista. Por un lado, con la fibra óptica no hay ni calor ni electricidad en los cables, por lo tanto, se elimina el mantenimiento de las lentes fijas debajo del agua.
Por otro lado, el sistema de iluminación por LED proporciona la ambientación en colores que desee en cada momento. Está formado por el proyector de LED, el mando a distancia, un terminal receptor y un transformador que se suministra por separado. Los proyectores LED para piscinas deben instalarse a unos 40/50 cm del borde de la piscina para poder acceder fácilmente para los recambios y el mantenimiento general.
Fuera del agua, los modelos flotantes y flexibles generan distintos efectos de acuerdo a la tonalidad elegida y al color del agua de la piscina. Su material hidrófugo evita la humedad o las filtraciones. Es importante mencionar que aíslan la electricidad sin riesgos de descarga, ya que son fabricadas con polietileno.
Entre los artefactos más tradicionales se encuentran las lámparas halógenas que se pueden instalar tanto fuera como dentro de la piscina. Las luces de halógeno o bombillas incandescentes pueden utilizarse en la piscina, bajo la superficie del agua.