Analizando las últimas tendencias de compraventa en el sector con la llegada del 2023, se destaca que la compra de casas y terrenos durante los meses con temperaturas más cálidas se incrementa un 50% contra el promedio del año, debido a la demanda de espacios verdes para disfrutar al aire libre y lejos de la ciudad.
Así, se observa mayor movimiento para la compra de terrenos en countries, mientras que, en el caso de la ciudad, la búsqueda se orienta a PHs y unidades con patios o balcones.
Si bien la tendencia suele manifestarse cuando comienzan las altas temperaturas (de setiembre hasta marzo), generalmente en octubre, noviembre y diciembre es habitual vender por arriba del promedio. En estas fechas, la gente observa con otros ojos la idea de disponer de espacio al aire libre, contar con una pileta y poder disfrutar del exterior de otra manera.
En este caso, si lo que se busca es justamente poder aprovechar el verde, hay muchas opciones. Hoy en día, existe una oferta de productos muy consolidada con alternativas para todos los gustos y presupuestos.
“En el mercado hay una gran variedad de posibilidades, dependiendo de los presupuestos, pero para un terreno podemos comenzar a hablar a partir de los USD 14.000 y luego se incrementa en función del tamaño del lote y del barrio en el que se encuentre. Por su parte, en el caso de las propiedades terminadas, podemos hablar de disponibilidad de productos de alrededor de 130 m2 cubiertos a partir de los USD 120.000″, manifestó María Franco, Country Manager de Mudafy.
Sin embargo, lo principal es tener claro si la compra se realiza con fines de inversión o para vivienda familiar. En función de eso, se evaluará qué es lo que se busca maximizar, si el rendimiento o el confort. De esta forma, hay muchos factores que influyen en la elección de la propiedad en sí, como por ejemplo la orientación, accesos, expensas del barrio, requisitos para la construcción, fecha de entrega y amenities.
En este sentido, el perfil de los compradores puede ser tanto inversores como familias jóvenes en busca de un cambio de estilo de vida fuera de la ciudad.
Los inversores suelen comprar en instancias tempranas de los loteos y luego venden cuando el desarrollo ya se encuentra más consolidado y el valor de los terrenos se ha incrementado. En cambio, en el caso de las familias, buscan comprar para construir y proyectarlo como su vivienda fija a largo plazo.
“Esta tendencia a la compra de terrenos se acrecentó recientemente con la última subida del dólar. Estamos viendo mucho movimiento, especialmente en zonas con terrenos para construir de alrededor de 300 metros y eso hace que tengan un precio competitivo. Después, tenemos opciones más premium, en barrios más asentados. En definitiva, esta inclinación es hacia la búsqueda de espacios verdes donde se puedan construir hogares de mayor confort y felicidad”, finalizó Franco.