El aluminio es un material muy elegido para formar parte de fachadas y es el aliado por excelencia de la construcción y la arquitectura sustentable gracias a sus múltiples ventajas y gran potencial. Su versatilidad, resistencia a la corrosión, durabilidad, flexibilidad, inalterabilidad, seguridad y amplias posibilidades de diseño lo convierten en el material más idóneo para proyectos de gran envergadura y sofisticación.
El aluminio es maleable, es decir que se puede curvar, plegar y perforar hasta adquirir la forma definitiva según el diseño del proyecto. Otra gran ventaja del aluminio es que permite infinitas posibilidades de terminaciones anodizadas y pintadas.
Su uso en ventanas y fachadas vidriadas está bien extendido. Las fachadas con grandes superficies vidriadas toman gran protagonismo porque permiten el ingreso de luz a los espacios interiores, ventilación, brindando amplias vistas y conexión con el exterior.
El Dee and Charles Wyly Theatre, diseñado por los estudios REX + OMA, es un gran ejemplo de este uso que posibilita el aluminio. Ubicado en el Arts District de Dallas, U.S.A. tiene un diseño innovador que crea una fachada recubierta en sus cuatro lados por 466 barras verticales de aluminio tubular extruido anodizado de 30 metros de largo. Estas barras simbolizan los pliegues de una cortina de teatro. Además la fachada tiene una gran superficie de vidrio acústico que permite incorporar el paisaje urbano en las actuaciones que se suceden al interior del auditorio.
El aluminio laminado además, es también más utilizado en revestimientos de fachadas de lo que nos imaginamos. Ya sea como placas de aluminio compuesto o láminas de aluminio perforado, su permite crear las formas más osadas en proyectos de arquitectura disruptiva. Para la fijación de estos panales, se utiliza siempre una estructura de soporte.
El Dongdaemun Design Plaza, es un importante desarrollo urbano en Seúl, diseñado por la famosa arquitecta Zaha Hadid. El edificio presenta una fachada retroiluminada compuesta por 45.000 paneles de aluminio de diferentes tamaños y curvaturas, con perforaciones diminutas que permiten que el edificio se transforme de una entidad sólida durante el día en un espectáculo de luces animado por la noche.
En el Selfridges Department Store, ubicado en Birmingham, Reino Unido, y realizado por el Estudio Future Systems, se utilizó discos de aluminio anodizado por su gran resistencia y flexibilidad para envolver una fachada simulando la caída de una tela de lentejuelas o las líneas suaves del cuerpo humano.
Otro gran ejemplo es el edificio diseñado por el Arq. René Van Zuuk, el Centro de Arquitectura de Ámsterdam (ARCAM), en el que las fachadas se resolvieron con la aplicación de tiras de aluminio recubiertas de zinc, generando superficies singularmente curvas que forman un plano continuo de piel doblada que combina con el vidrio biselado de la espectacular entrada y una fachada vidriada posterior que permite amplias vistas al paseo marítimo.
En síntesis, las posibilidades que brinda el aluminio en cuanto a diseño y en cuanto a las indudables ventajas de su materialidad, son infinitas, no hay límites para dejar volar la imaginación de los arquitectos más osados y vanguardistas a la hora de crear fachadas con vida propia y eternas.
Asesoró: Aluar