Nuestra casa se convirtió, durante muchos meses, en el mejor refugio de un contexto global impensado. Nos cobijó, resignificando para nosotros su valor y el de cada rincón. Los niños fueron testigos y protagonistas de este gran cambio en la manera de habitar. Y sus dormitorios tomaron otra dimensión. En la nueva normalidad, o la que venga en el futuro no muy lejano, esos metros cuadrados se transforman en su espacio en el mundo.
El color y su poder transformador juegan un rol muy importante en la ambientación y el clima de este planeta que debe contenerlos y ayudarlos a gestionar sus emociones, diversas, ciclotímicas, eruptivas o tímidas.
Hoy te presentamos diferentes combinaciones de paletas para darle a los más pequeños de la casa un renovado lugar para dormir, jugar, aprender, estudiar, etc.
Si se busca crear un ambiente calmo e inspirador que potencie la concentración, ideal para estudiar y descansar, se recomiendan tonos con luz propia y la presencia de la naturaleza.
Si buscamos simular el escenario de una aventura en las montañas, se pueden usar las paredes como telones de teatro. Aquí se recrearon el sol, los picos inferiores, las altas cumbres y el cielo.
Para espacios pequeños y con poca luz natural se recomienda recrear el cielo, buscando generar cierta profundidad y tranquilidad.
En este dormitorio, la idea fue sectorizar por funcionalidad con colores, generando individualidad a cada integrante de este mini mundo.
Para darle calidez y una sensación energizante se propone pintar franjas horizontales de distintas alturas, de arriba hacia abajo.
También es posible recrear un espacio urbano controlado por un gran súper héroe.
En todos los casos, al tratarse de espacios para niños, pensados en que sean vividos al 100%, las pinturas ultra lavables garantizarán la higiene de las paredes, permitiendo remover las manchas muy fácilmente.
Asesoró: Alba