Con la llegada del frío, las casas son los mejores lugares para estar protegidos y calefaccionados. Sin embargo, en Argentina la mayoría de las viviendas no cuentan con aislación térmica eficiente, lo que hace que pierdan gran parte de la energía que producen. Y aunque se aumente el consumo de la calefacción, se sigue pasando frío ya que la energía se pierde por el techo, los muros y el piso de la vivienda. Esto, además de provocar una situación de nulo confort, genera humedad, moho en las paredes y también supone un mayor gasto en energía.
El techo en una vivienda individual es la zona por la cual se pierde la mayor parte del consumo energético, ya que es la superficie más expuesta al clima externo, lluvias, viento. El 40 % del calor se escapa por el techo. Es por esto que, en las viviendas, es la parte en donde hay que redoblar los esfuerzos a la hora de aislar térmicamente, porque si los techos están fríos, en el interior será necesario calentar con mayor consumo de energía.
Los muros son los responsables del 30% de la pérdida de calor. Estos deberían ser la segunda instancia protectora ante las temperaturas. Normalmente no están aislados térmicamente y traspasa al interior la temperatura exterior, por ejemplo, en invierno, cuando tocamos las paredes notamos que están heladas y también visualizamos muchas veces, condensación en paredes y ventanas. Las carpinterías, son espacios en los cuales se pierde la energía entre un 15% y 20%.
El piso representa el 10% de pérdidas de calor. Es importante tener en cuenta que es una superficie próxima al cuerpo, más aún para los chicos, que suelen jugar o tirarse. Aislar térmicamente el piso, lo convierte en una zona confortable.
Hay una serie de materiales que ofrecen las mejores prestaciones de aislación térmica eficiente para la vivienda: lana de vidrio, poliestireno expandido y poliuretano. Éstos son ideales para no dejar escapar el calor de la vivienda en invierno.
Si una casa es muy fría en invierno, es necesario aislarla térmicamente y así lograr mayor confort y consumir menos energía en calefacción y aumentar el ahorro en la economía del hogar. Con aislación térmica eficiente se logra ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas sobre la luz y el gas consumidos para climatizar un hogar.