Esta situación genera procesos de segregación social, planificación desordenada del territorio, reducción de actividades agrícolas y sobre todo la pérdida de bienes de valor patrimonial por falta de su reconocimiento y protección.
Al interior de esos territorios están los centros distritales, es decir los núcleos de distritos de origen rural que hoy poseen elementos arquitectónicos, urbanísticos y paisajísticos de valor patrimonial que los identifican y destacan. Estos pequeños centros históricos representan una parte importante de la memoria de las comunidades y dan cuenta del crecimiento urbano acelerado mencionado anteriormente. Por eso resulta fundamental vehiculizar experiencias de participación social que sirvan para que tanto especialistas como grupos de decisión, entiendan la identificación que los pobladores tienen con su entorno y su patrimonio local.
En ese sentido el ejemplo de participación comunitaria para el caso de Chacras de Coria es significativo.
Este distrito de origen rural asociado a lo agrícola, experimenta desde 1990 un crecimiento demográfico importante. En los inicios del siglo XXI hubo una rápida cesión de suelo agrícola por el avance de urbanizaciones vinculadas principalmente a lo residencial permanente; así este centro distrital se convirtió en una opción atractiva para muchas familias que migraban desde la ciudad en busca de un territorio más tranquilo y menos contaminado. Este avance urbano afectó de manera significativa el casco histórico y la calidad de vida de la población. De esta forma, el paisaje agrario que caracterizaba al distrito mutó a paisaje urbano, lo que produjo un fuerte proceso de degradación de las características rurales históricas de su paisaje.
Si bien estos cambios en el territorio y el paisaje se identifican en el Plan Municipal de Ordenamiento Territorial, no hay acciones concretas para revertir el daño sobre su paisaje. Las presiones del mercado de tierras urbanas y déficits en infraestructura y servicios, la creación de un escenario de desorden e insatisfacción de necesidades básicas, deterioro en las relaciones sociales, pérdidas ambientales y el avance indiscriminado de inversiones inmobiliarias, que anuncian el desarrollo de una ciudad no sostenible en el corto plazo, han alarmado a los chacrenses. Así es que desde hace un par de años se han desarrollado diversas experiencias que incluyen a la ciudadanía para fomentar la valorización del patrimonio material e intangible del distrito.
Durante el mes de septiembre del año 2019, el grupo de Historia y Conservación del Patrimonio del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (CONICET) realizó una serie de recorridos a pie, organizados por la Secretaría de Cultura, a través de la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos que incluyó al distrito de Chacras, con el propósito de realizar una primera aproximación a los principales elementos arquitectónicos y urbanísticos que componen paisaje chacrense.
En el recorrido, la presencia de vecinos nuevos en la localidad sumado a aquellos de mayor trayectoria permitió compartir experiencias y datos respecto al patrimonio cultural de Chacras, sus desafíos en cuanto a transformaciones territoriales y el rol protagónico que han tenido y tienen los vecinos en el reconocimiento, defensa y puesta en valor de su patrimonio.
En el año 2021, los vecinos y vecinas de Chacras de Coria, buscaron frenar las acciones que consideraban atentaban (y siguen atentando) contra su forma de vida, la historia y el paisaje cultural del sitio, como la tala de árboles centenarios, por ejemplo. De este modo, se desarrollaron una serie de movilizaciones vecinales: marchas con el corte de calles y rutas, reuniones vecinales e incluso notas a distintos organismos gubernamentales provinciales e internacionales, como el caso del Banco Interamericano de Desarrollo.
Asimismo, surgió la idea desde un grupo de profesionales vinculados al patrimonio junto con la comunidad de Chacras de presentar a la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos de Mendoza un petitorio para la declaratoria del centro distrital de Chacras de Coria como Paisaje Cultural de la provincia. El objetivo del pedido es preservar el paisaje cultural de Chacras de Coria a partir del reconocimiento y la puesta en valor de su patrimonio.
Una vez realizado el petitorio y entregado a las autoridades, se pensó que era necesario generar acciones de concientización y difusión del patrimonio local. Por ello, algunos integrantes de aquel grupo inicial profundizaron en los datos presentados en el petitorio con la intención de realizar una publicación de alcance masivo, que sirviera de soporte en la tarea de los procesos de patrimonialización.
Así surgió la Guía de bienes patrimoniales de Chacras de Coria. Un paisaje con identidad, elaborada en formato digital (https://bdigital.uncu.edu.ar/16796), con acceso gratuito y cuyo propósito es dar difusión a los elementos más importantes que componen el paisaje cultural del distrito.
La tecnología como WhatsApp permitió la comunicación y el intercambio de ideas e información permanente entre los vecinos/as y especialistas. Además, se utilizó un archivo en común en la plataforma Google Drive con todos los participantes del trabajo para poder compartir los avances del proceso.
Luego esta publicación, se han brindado charlas en universidades, nuevos recorridos por el centro de Chacras para dar difusión a la guía y los valores del paisaje y presentaciones en congresos con el propósito de explicar la importancia de la participación comunitaria en los procesos de patrimonialización.
Estos proyectos realizados en Chacras de Coria demuestran cómo la acción comunitaria basada en la identificación y valorización de su historia, es un factor fundamental para el reconocimiento y salvaguarda del patrimonio cultural de los centros distritales de conformación urbano-rural.
Ciertamente, las tareas realizadas no hubiesen alcanzado el mismo impacto sin los vecinos y vecinas que se han encargado de su amplia difusión, compartiendo datos históricos del lugar, de la gente, sus vivencias y percepciones, es decir, siendo parte activa del proceso de patrimonialización de su hábitat. Entendemos, que la inclusión de la ciudadanía en esos procesos además de retroalimentar la propia identidad, incide sobre la toma de decisiones políticas sobre el territorio y su patrimonio vinculado.
*La autora pertenece al Grupo Historia y Conservación Patrimonial (INCIHUSA-CONICET).