Los cierres de ducha pueden venir en diversos modelos: paneles fijos, mamparas de ducha con puertas batientes, plegables o correderas preparadas para adaptarse a las medidas y disposición de tu cuarto de baño.
En cuanto a materiales, se fabrican con vidrio templado -fundamental para otorgar alta resistencia y seguridad- y con soportes de acero inoxidable o bronce cromado, en terminaciones inox o negro mate. Son fáciles de lavar y algunas incluso vienen con un tratamiento que repele el agua y evita que la cal y la suciedad se adhieran al cristal.
Este tipo de soluciones aportan luminosidad, funcionalidad y elegancia a los baños, con la opción de instalarlas en vidrio incoloro, extra claro o bien con diseño en serigrafía o impresión digital.
Mamparas fijas
Se destacan por su simpleza, son ideales para baños donde se requiere aprovechar al máximo el espacio, con opciones para instalar sobre bañadera o receptáculo. Las mamparas fijas ofrecen múltiples posibilidades de configuración: no solo contemplan distintos formatos y tamaños, sino que también permiten aplicar diversos acabados al cristal para proporcionar mayor o menor intimidad.
Panel fijo con hoja batiente
Existen numerosas soluciones con una o dos hojas de cristal que pueden abrirse hasta un máximo de 180º. En función de la distribución, se puede elegir con entrada frontal o en esquina y optar solo por paneles móviles o combinados con fijos. Si se necesita reformar el baño para personas mayores, por casos de movilidad reducida o porque crece la familia, existen modelos que permiten abrir sus hojas batientes por completo o a media altura para facilitar el aseo asistido desde el exterior.
Mamparas plegables
Son la opción ideal para baños pequeños, ya que la puerta se dobla sobre sí misma y no necesita espacio para abrirse hacia fuera. Estas mamparas pueden realizarse con vidrio transparente, esfumado o mate.
Mamparas correderas
Una de las soluciones más populares, son perfectas para cuartos de baño reducidos pero también para más grandes, ya que permiten jugar con la instalación de dos o más hojas. Según la disposición de los elementos en tu baño, combina paneles fijos y puertas correderas que en la mayoría de los casos podrás liberar fácilmente para limpiar entre cristales.