El panorama del mercado anticipa una paulatina reactivación. Los precios parecieran estar acercándose a un piso, después de un período atravesado por la alta volatilidad financiera, escasez de créditos hipotecarios y grandes cambios políticos que influyen en la economía nacional. Los números del sector inmobiliario evidencian no solo un incremento en la oferta de propiedades, sino también un estancamiento en los valores, lo que genera nuevas expectativas de cara al futuro.
“El fuerte impacto que tuvo hasta ahora la oferta en los precios de cierre hace que el poder de negociación esté en el comprador”, comentó Lucas Díaz, cofundador & COO de Mudafy.
“Lo que hoy vemos es que siguen habiendo barrios, como Recoleta, donde hay muchísimas propiedades muy similares publicadas. Si bien no se espera que los precios de las propiedades sigan bajando, sí se mantienen en un nivel significativamente distinto al publicado” agregó el ejecutivo.
El pronóstico de los especialistas indica que dicha alza es un signo de que los valores de los inmuebles se mantienen y no continuarán bajando. Hay cada vez más movimientos y oportunidades, lo que anima al sector a pensar y trabajar de forma colaborativa para concretar la mayor cantidad de operaciones posibles y empoderar de forma equitativa a todas las partes intervinientes.
Santiago Magnin, fundador de Deinmobiliarios, señaló que “siendo conscientes de la limitación de que el futuro es impredecible, se ve un escenario muy probable de precios al alza en 2023, 2024 y sucesivos años, ya que se producen grandes cambios, desde la oferta que se achica en vez de agrandarse y la demanda que se agranda en vez de achicarse. Esto podría indicar el comienzo de una nueva tendencia alcista conocida como bull market. Recordemos que el último bull market inmobiliario argentino duró un quindenio, desde comienzos del 2003 hasta comienzos del 2018″.