En medio de nuevas temperaturas récord, los cortes de luz están a la orden del día, afectando a más de 2,2 millones de usuarios en Capital Federal y Gran Buenos Aires y que implican un efecto negativo de “moderado a alto” en la salud de las personas.
Ser eficiente se entiende como “hacer más con menos”, y cuando se habla de consumo de energía, ser eficiente es esencial. Por ello es que el sector de la construcción es un eslabón clave en la matriz energética y en esta cadena de responsabilidades que pueden ayudar a reducir el consumo de energía, los gastos asociados de electricidad y los problemas colaterales para las personas, como son los cortes de luz y sus consecuencias.
De acuerdo a lo informado por ANDIMA (Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes), el 50% del consumo de energía en los hogares de la Argentina es por la climatización de los ambientes. Es decir que, en promedio, la mitad de lo que cada usuario consume de energía se debe a refrigerar o calefaccionar la casa. Y es en este punto donde resulta clave trabajar para reducir este consumo y evitar la saturación de la matriz energética.
Es importante que los habitantes hoy sepan que pueden lograr reducir el consumo de energía con materiales fáciles de instalar y que brindan soluciones eficientes ya sea para su economía como para su salud y confort. “La utilización de aislación térmica eficiente es hoy el recurso que genera beneficios y colabora en la mejora de la calidad de los ambientes interiores de las viviendas como la climatización, la salud, el confort y el descanso de los habitantes”, comenta el Arq. Federico García Zúñiga, consultor técnico de ANDIMA.
La aislación térmica eficiente se puede aplicar tanto en construcciones nuevas como en instancias de rehabilitación. Dentro de los materiales de aislación térmica eficiente, hay 3 que resultan los más utilizados y que brindan los mejores resultados: lana de vidrio, poliestireno expandido y poliuretano. Con aislación térmica eficiente se logra ahorrar hasta un 60% en las facturas sobre la luz y el gas consumidos para climatizar un hogar y hasta un 35% en el consumo de energía.
Desde el sector de la construcción, incluyendo desarrolladores, urbanistas, arquitectos, constructores y fabricantes de materiales, es que se debe trabajar también para ser más eficientes y lograr evitar estos problemas que trae el uso excesivo de energía en el país. Aproximadamente el 34% de la energía que se consume en Argentina corresponde a espacios habitables, como ser viviendas, comercios, oficinas, espacios de recreación, salud, entre otros.
Esto convierte al sector de la construcción en uno de los de mayor impacto sobre el consumo de energía. La mayoría de las leyes vigentes en relación a la manera de construir no se cumplen y son las que exigen los niveles adecuados de acondicionamiento y aislación térmica eficiente. La renovación energética, construcciones sostenibles, incorporación de nuevas soluciones y materiales, son algunos de los puntos clave que deben guiar a la construcción y en los que habría que incidir y potenciar desde este mismo momento. Hoy debería ser prioridad reducir el consumo de energía, mejorar el confort de los habitantes y cuidar su salud.
Lo que en arquitectura y construcción se conoce como la envolvente de una vivienda- techo, muros y pisos- se asemeja a un colador cuando no está aislada térmicamente, malgastando la energía, sobre todo para climatizar los ambientes -frío o calor- generando más consumo de energía para lograr mantener los niveles de confort adecuados y no hacer colapsar el sistema eléctrico.
“Actuar sobre la envolvente de una vivienda es una de las medidas más eficientes en edificación para evitar las pérdidas energéticas y reducir el consumo de energía. Mejorando la envolvente se necesita menos consumo de energía, ayudando a no superar los niveles óptimos, y se logra mantener el confort térmico interno”, alerta por último el arquitecto.