El baño es uno de los ambientes más íntimos y personales de la casa para todos los miembros de la familia: se lo utiliza para el cuidado personal, pero al mismo tiempo es un espacio de relax donde las personas pasan un momento de soledad o de entretenimiento, con libros, celulares, revistas y tablets.
Por ello, es fundamental que el contexto acompañe, desde su color, texturas y funcionamiento, hasta cada elemento que hace a su decoración.
“Si hablamos de tendencias, los revestimientos símil madera en las paredes son una gran opción: son fáciles de instalar y mantener, y a su vez, le darán al ambiente toda la calidez que aporta la madera, dándole un aspecto increíble. Se pueden combinar con subway, porcelanatos simil cemento alisado, o hasta texturados con formas y flores. Por su parte, también se destacan las griferías en tono cobre que dan a los baños un toque vintage y provocador, o negras para un estilo más industrial”, comenta la Arq. María del Mar Danuzzo.
Si se trata de baños pequeños, los colores claros, así como los cerámicos en tonos blanco, marfil, beige y arena, son una gran opción para hacer que el ambiente se vea mucho más espacioso y que capten el rebote de la luz. A su vez, y con el mismo objetivo, la iluminación artificial, colocada detrás del espejo con efecto esfumado, debajo del mueble vanitory y central, pueden generar una buena iluminación general.
En estos casos, la ventilación también es determinante. Si el baño cuenta con ducha o bañera, es importante que tenga ventilación natural, por más pequeña que sea, y si esto no es posible, un extractor que se accione con el interruptor. De esta manera se evitará que el ambiente se convierta en un sauna, y se generen problemas de humedad.
“En cuanto a la funcionalidad, los baños más amplios probablemente sean los más cómodos y prácticos. Sin embargo, es posible utilizar distintos elementos que generen esta sensación de amplitud cuando se cuenta con poco espacio. Por ejemplo: ladrillos de vidrio, mamparas para baño transparentes o cabinas para ducha. En cada caso, lograrán que el baño se vea mucho más espacioso e integrado”, explica Danuzzo.
Al mismo tiempo, las estanterías integradas, en las que se pueden apoyar elementos o productos decorativos, o los barrales ubicados detrás de las puertas para colgar toallones, así como los muebles con muchos compartimentos que permiten guardar y organizar diferentes cosas de forma cómoda, son sumamente valiosos.
“A menudo intentamos crear un ambiente confortable, pero terminamos sumando elementos poco funcionales. Por eso, es importante pensar en nuestras rutinas y hábitos antes de emprender un cambio en uno de los ambientes más utilizados por todos los miembros de la familia; así lograremos que nuestro baño nos brinde bienestar y no se convierta en un espacio incómodo o ajeno”, finaliza la profesional.
Asesoró: Familia Bercomat