Luego del aviso clasificado que se volvió viral en las redes sociales y en grupo de WhatsApp, en el que pedían actores mayores de 21 años para filmar películas XXX en la provincia surgieron muchos interrogantes. ¿Esto es real?, ¿No será una estafa?, ¿Existen estas filmaciones en Mendoza?
Todas estas preguntas fueron respondidas en una nota publicada en la edición de ayer. Ahora te contamos cómo se realizó el primer casting para producciones porno en la provincia.
Los productores mendocinos alquilaron tres oficinas en un conocido, y lujoso, edificio ubicado en pleno centro mendocino. Allí, citaron a decenas de mendocinos y mendocinas que respondieron el anuncio.
El primer filtro
Los postulantes fueron citados en dos turnos, mañana y tarde, con un intervalo de 15 minutos. Pese a la inusual propuesta, las entrevistas no distaron, salvo por las preguntas, a las de cualquier trabajo común.
Con curriculum en mano y, algunos, con una evidente cara de nerviosismo, los actores y actrices se presentaron ante los productores. Dos los recibían en una oficina y los sometieron a dos cuestionarios: uno que respondieron de forma escrita y otro de manera verbal.
Las preguntas más íntimas o que pudieron resultar más incómodas, las respondieron en un papel. Mientras que el ping pong entre productor y postulante fue rápido y conciso.
-¿Orientación sexual?
-¿Sos virgen?
-¿Tenés experiencia en el porno?
-¿Enfermedades? ¿tatuajes?
- ¿Cuáles son tus fetiches?
Estos fueron algunos de los interrogantes de que figuraban en el cuestionario ideado por los productores. Luego de esto, los entrevistados se dirigieron a la segunda oficina donde otros dos miembros del equipo les aportaron todos los detalles del empleo y aclararon todas las dudas.
De este primer grupo seleccionaron a uno más reducido que pasó a la etapa de prueba de cámara.
Algunas conclusiones
De las decenas de entrevistas, los productores llegaron a conclusiones: algunas “coloridas” y otras alarmantes.
Aseguraron que la mayoría de los interesados llegaron principalmente de tres departamentos: Godoy Cruz, Guaymallén y Las Heras.
“Fetiches” peligrosos
Detectaron a una gran cantidad de hombres con un perfil violento hacia las mujeres. “Muchas respondieron que les gusta, por ejemplo, ahorcar a su pareja, y si bien existe al sadomasoquismo, notamos una ideología machista y peligrosa. Los descartamos de inmediato”, contaron.
Profesionales, pero no del porno
Otro punto que les llamó la atención fue la gran cantidad de interesados profesionales en otras áreas, como ingenieros, abogados, entre otros. Los entrevistadores lo atribuyeron a la falta de trabajo.