Política nacional
El “riesgo Milei”
Si hay naufragios masivos, el de Javier Milei no habrá sido un buen plan, sino uno más de los intentos de refundación económica saneada de populismos calamitosos, que naufraga antes de llegar a puerto.
Si hay naufragios masivos, el de Javier Milei no habrá sido un buen plan, sino uno más de los intentos de refundación económica saneada de populismos calamitosos, que naufraga antes de llegar a puerto.
Que la jugada demagógica de Maduro pueda derivar en un conflicto militar con Guyana, no le quita la importante porción de razón histórica que Venezuela tiene en este diferendo en la región de Esequibo.
El acuerdo de paz con Vietnam le valió a Kissinger un Nobel de la Paz, que resulta una burla absurda si se tiene en cuenta que antes impulsó lluvias de Napalm y defoliantes sobre las junglas y las aldeas que flanquean el río Mecong. Tuvo su lado grandioso y su lado oscuro.
En Milei, la forma era el contenido, porque fue el ducto que canalizó toda la ira y el hartazgo acumulado en la sociedad frente a una clase política corrupta, inútil y decadente.
No sólo la derecha dura y la ultraderecha ganaron las calles para protestar contra un líder inescrupuloso que, para seguir en el poder, puso en riesgo la unidad del reino. Los verdaderos demócratas españoles, que son muchos y que abarcan buena parte de las bases del PSOE, también acusan a Sánchez de “traicionar a España” para prolongar su estadía en La Moncloa.
Que Pedro Sánchez, el presidente del gobierno de España, haya pagado esta investidura con una amnistía a quienes violaron la Constitución, podría resquebrajar el mapa español. Esos acuerdos podrían iniciar el trayecto hacia nuevos referéndums sobre la independencia de Cataluña.
A simple vista, a la grieta la corrió Javier Milei, pero en realidad empezó a correrla Sergio Massa para resolver la ecuación estadística que le daba como resultado una segura derrota en las urnas.
La mezcla de pánico y aversión que en gran parte de la sociedad causa la estridencia agresiva de Milei y las propuestas desopilantes de quienes lo rodean, fue mayor que la frustración y el enojo que provocan el estrepitoso fracaso del gobierno nacional y el fracaso del propio ministro de Economía.
Cuando esta guerra termine, el mejor escenario posible sería aquel en el que Hamas ya no exista y en el que Netanyahu y sus socios extremistas abandonen el gobierno de Israel. Sólo sin esos enemigos podrá resucitar el imprescindible acuerdo de paz nacido en Oslo.
A medida que crezca el número de víctimas palestinas y la dimensión de la destrucción en Gaza, sumándose postales de muerte y destrucción en Líbano y Siria, empezarán a crujir los Pactos de Abraham, históricos acuerdos entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos, que se sumaron lo que hicieron Egipto en 1979 y Jordania en 1994: reconocer al Estado judío.
Milei y Bregman tienen algo en común: de los cinco candidatos, sólo ellos son profundamente ideológicos. Los otros tres candidatos, Sergio Massa, Patricia Bullrich y Juan Schiaretti, tienen en común ser centristas y pragmáticos.
Habrá que ver si, para las potencias de occidente, el petróleo y el gas azerí, necesario para reemplazar la dependencia de los hidrocarburos rusos, vale más que las vidas y la historia de los armenios en sus tierras ancestrales.
Juntos por el Cambio (JxC) ya casi tiene la mayoría de las provincias, pero eso no implica que tenga ganada la presidencia. Hoy arrasar en las provincias no implica ganar en la nación.
¿Verá el mundo la conformación de un eje militar Moscú- Pyongyang? Todo es posible con Rusia empantanada en una guerra que puede prolongarse varios años más.
En lo que constituye una clara señal de que el mundo avanza hacia una nueva confrontación Este-Oeste, el bloque euro-norteamericano y la Rusia de Putin, con el aval y peso económico de China, empiezan a convertir al África en un potencial campo de batalla
El Papa avaló con sus palabras las argumentaciones que hoy usa el Kremlin para justificar la brutal guerra de agresión al país vecino. Al fin de cuentas, nacionalistas y ultranacionalistas rusos consideran propios esos territorios desde las guerras de conquista que construyeron la “Gran Madre Rusia” que halagó en su mensaje a los jóvenes rusos.
Hoy, BRICS es un espacio en el que hay tres democracias y dos regímenes autoritarios, y al que se suman ahora otra democracia, Argentina; un país en vías de democratización, Etiopía, y cuatro regímenes autoritarios más: Irán, Arabia Saudita, Emiratos y Egipto.
El éxito no radica tanto en sus ideas, sino en la conjunción entre la decadencia de la clase política y su fracaso económico, con la agresividad con que Milei le expresa aborrecimiento.
Obviamente, los narcos gatillaron y mataron al periodista de investigación y candidato presidencial Fernando Villavicencio, pero es inevitable que algunos se pregunten si no hubo políticos detrás de esos sicarios.
El caos imperante en la región del Sahel podría generar un conflicto africano de gran envergadura, que sería también una guerra indirecta entre la alianza atlántica y Rusia.
Los líderes de la centroderecha y la centroizquierda española deberían priorizar la necesidad de salvar el centro, que es el mejor resguardo para la democracia y la Constitución.
Los líderes que se auto-consideran “progresistas”, particularmente en América Latina. apoyan a ese déspota ultraconservador de Putin porque lo que tienen en común con él es tan oscuro como vigoroso: el desprecio a la democracia liberal.
Cerrarle las puertas a los países que piden incorporarse no les evita ser atacados por Rusia sino que, por el contrario, los hace blanco del expansionismo territorial que puso en marcha Putin.