Política internacional
La “guerra santa” de la que se habló en Siberia
¿Verá el mundo la conformación de un eje militar Moscú- Pyongyang? Todo es posible con Rusia empantanada en una guerra que puede prolongarse varios años más.
¿Verá el mundo la conformación de un eje militar Moscú- Pyongyang? Todo es posible con Rusia empantanada en una guerra que puede prolongarse varios años más.
En lo que constituye una clara señal de que el mundo avanza hacia una nueva confrontación Este-Oeste, el bloque euro-norteamericano y la Rusia de Putin, con el aval y peso económico de China, empiezan a convertir al África en un potencial campo de batalla
El Papa avaló con sus palabras las argumentaciones que hoy usa el Kremlin para justificar la brutal guerra de agresión al país vecino. Al fin de cuentas, nacionalistas y ultranacionalistas rusos consideran propios esos territorios desde las guerras de conquista que construyeron la “Gran Madre Rusia” que halagó en su mensaje a los jóvenes rusos.
Hoy, BRICS es un espacio en el que hay tres democracias y dos regímenes autoritarios, y al que se suman ahora otra democracia, Argentina; un país en vías de democratización, Etiopía, y cuatro regímenes autoritarios más: Irán, Arabia Saudita, Emiratos y Egipto.
El éxito no radica tanto en sus ideas, sino en la conjunción entre la decadencia de la clase política y su fracaso económico, con la agresividad con que Milei le expresa aborrecimiento.
Obviamente, los narcos gatillaron y mataron al periodista de investigación y candidato presidencial Fernando Villavicencio, pero es inevitable que algunos se pregunten si no hubo políticos detrás de esos sicarios.
El caos imperante en la región del Sahel podría generar un conflicto africano de gran envergadura, que sería también una guerra indirecta entre la alianza atlántica y Rusia.
Los líderes de la centroderecha y la centroizquierda española deberían priorizar la necesidad de salvar el centro, que es el mejor resguardo para la democracia y la Constitución.
Los líderes que se auto-consideran “progresistas”, particularmente en América Latina. apoyan a ese déspota ultraconservador de Putin porque lo que tienen en común con él es tan oscuro como vigoroso: el desprecio a la democracia liberal.
Cerrarle las puertas a los países que piden incorporarse no les evita ser atacados por Rusia sino que, por el contrario, los hace blanco del expansionismo territorial que puso en marcha Putin.
En el país de las ideas liberales que causaron la Toma de la Bastilla y la asamblea en la que debatían jacobinos y girondinos ¿es mayoritario el sector de la población que quiere marginar a los hijos de la inmigración magrebí?
¿Por qué el Kremlin permitió ese protagonismo anómalo y los ataques al generalato? Porque al amasar una fortuna a la sombra de Vladimir Putin desde que éste era vicealcalde de San Petersburgo, también enriqueció al actual presidente ruso. Prigozhin es el Lázaro Báez de Putin.
El estallido que sacudió al país con epicentro en Jujuy, dejó a la vista el largo brazo de aparatos políticos nacionales que encienden mechas para detonar estallidos sociales.
Berlusconi también fue pionero en acumular causas judiciales. Fue el primer gran denunciante de lo que Donald Trump llama “cacería de brujas” y en Sudamérica llaman “lowfare”: la utilización de la Justicia como arma de guerra política.
La principal diferencia entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se da sobre la interpretación de lo que falló en el gobierno Mauricio Macri.
Va contra el sentido común creerle a Nicolás Maduro y no a Michel Bachelet y las investigaciones del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. ¿De verdad el presidente de Brasil cree más la versión que da Diosdado Cabello blandiendo un garrote en cámara, que los informes de Human Right Watch y Amnistía Internacional?
El cualquier democracia resulta inconcebible lo que aquí ocurre desde hace años: nada menos que una alta autoridad institucional, la vicepresidenta, evocando el arribo de su marido a la presidencia en lugar de evocar el Cabildo Abierto de 1810.
La última renuncia a postularse parece tener los elementos de un pronunciamiento definitivo. A lo que renuncia Cristina es al riesgo de sufrir una derrota.
Que a la Constitución pinochetista la reemplace otra constitución pinochetista, parece una pesadilla para la significativa porción de chilenos que quieren una carta magna que simbolice la democracia además de fortalecer la institucionalidad democrática.
Todos están atrapados en esta guerra; un oscuro laberinto en el que deambulan buscando la salida. El final podría precipitarse si es derrocado o eliminado Putin, o si Rusia recurre a su inmenso poderío misilístico.
¿Qué ocurrió con Juan Guaidó?, ¿por qué se extinguió esa estrella cuyo fulgor encandilaba el firmamento de la región?
El que desafina es Lula da Silva. Sus anteriores gobiernos fueron claramente democráticos, o sea respetuosos de las libertades públicas e individuales, del pluralismo y de la sociedad abierta. Lo que se supone que representa Lula queda a contramano de lo que implica pararse junto a Putin y no junto a sus víctimas.
En los años 90 hubo denuncias sobre abusos cometidos en templos tántricos. El Dalai Lama guardó silencia al respecto durante dos largas décadas.