América Latina
Gobernabilidad, el desafío para el progresismo
El progresismo ha consolidado su regreso al poder en América Latina, pero su desafío central es demostrar ahora que puede tener gobernabilidad.
El progresismo ha consolidado su regreso al poder en América Latina, pero su desafío central es demostrar ahora que puede tener gobernabilidad.
Respecto a la Argentina, el triunfo de Lula favorece al Frente de Todos, que se muestra como la expresión en el país de la misma corriente política que ha ganado en Bolivia, Perú, Chile, Colombia y ahora Brasil.
En foros internacionales los países de la Unión Europea suelen mostrar mucha más cohesión entre sí que los países de América Latina y el Caribe.
El mundo es más complejo y diverso que una división entre el Occidente democrático y el resto del mundo autoritario. Hay diversos grados de calidad democrática y conviene evitar las generalizaciones.
La Administración Biden apuesta en Brasil al triunfo de un Lula moderado, la posición justamente contraria a la que sostuvo Trump para esta zona.
Es claro que la geopolítica de Bergoglio parece asumir que el futuro de la Iglesia está más fuera de las fronteras de Occidente que dentro de ellas.
En los niveles más altos de la jerarquía militar predomina una posición de cautela temiendo que Bolsonaro los lleve a jugar un rol político en su favor.
Si se reeligiera a Bolsonaro en Brasil y la oposición ganara en Argentina, el giro a la izquierda en América Latina se vería muy diluido.
Petro anunció su intención de despenalizar la lucha contra la droga, lo que ha generado preocupación en los Estados Unidos.
La mayoría de los países sudamericanos están incrementando su comercio con China y también los acuerdos en materia de inversiones.
En Brasil se juega la continuidad de Bolsonaro, en Colombia el cambio que significa Petro y en Venezuela la sobrevivencia del régimen chavista.
En cuanto a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, la crisis que vive Panamá con una gran protesta social, puede estar anticipando un fenómeno que podría generalizarse por toda la región.
La Conferencia de Guayaquil significó el encuentro de los dos extremos de Sudamérica, desde los cuales se condujo la emancipación de América del Sur: Buenos Aires y Caracas
En el siglo XX, Uruguay era muy dependiente de Brasil y China, pero con la irrupción de China el pequeño país ganó independencia respecto a ellos dos.
La fragilidad institucional que dificulta la gobernabilidad es otra clave del conflicto ecuatoriano con proyección regional.
El gran desafío de Petro será ahora la gobernabilidad frente a los recelos y dudas de Washington, el empresariado, las fuerzas armadas y los restos de la política tradicional.
Dos candidatos que no pertenecen a los partidos tradicionales van por la presidencia de Colombia el próximo domingo. Ambos con similares chances.
La realización de la IX Cumbre es vista por EE.UU. como un instrumento para relanzar la relación con América Latina, que se ha ido perdiendo.
Los gobiernos “progresistas” que ganaron las presidenciales en Perú y Chile tienen grandes dificultades de gobernabilidad.
La crisis de los sistemas de partidos es un fenómeno político global con manifestaciones crecientes en la región.
Hay invitaciones de Washington a los países de nuestra región para que se sumen a las sanciones económicas, pero no han llegado a ser presiones.
La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) intenta sustituir el papel del Pacto de Varsovia que en los 90 entró en disolución.
La visita del Viceprimer Ministro ruso a Cuba, Venezuela y Nicaragua ha sido otra demostración de poder e influencia de Rusia en América Latina.