El salteño Kevin Benavides (Honda) fue segundo en la novena etapa del Dakar, disputada ayer íntegramente en Belén y que marcó el comienzo de la segunda etapa maratón para motos y cuatriciclos.
El mejor argentino de la general se lució en la especial que los organizadores acortaron por la dureza de las dunas, ya que en un sector sólo habían podido avanzar poco más de 20 competidores. Esto llevó a la organización a tomar la decisión para evitar algún mal mayor.
“Si sólo llegan 50 motos, sólo llegan 50, pero no se puede bajar la exigencia ante la primera dificultad. Cuando llegué al CP2 me hicieron parar y no me dejaron seguir, igual que al resto de los pilotos, pero a un grupo de 13 o 14 sí los habían dejado continuar hasta el final”, afirmó ofuscada la española Laia Sanz, que marcha 13ª.
La etapa fue ganada por el australiano Toby Price (KTM), quien utilizó un tiempo de 2h24’19’’ para recorrer los 179 kilómetros cronometrados. Segundo fue Benavides a 7’10’’ y tercero arribó el eslovaco Stefan Svitko, a 10’33’’.
Un portugués en apuros
Un arbusto se incrustó en el radiador de la Honda de Paulo Goncalves, provocándole la perdida de líquido y afectando el funcionamiento de su unidad. El motociclista luso llegó a liderar la tabla general y así perdió toda chance de pelear por un lugar en el podio.
