La reserva natural de Torotoro, caracterizada por kilométricas cavernas rupestres y un reservorio de unas 3.500 huellas de dinosaurios, fue certificada por un organismo ligado a la Unesco como principal destino turístico de Bolivia, informó el municipio de esa región, en el corazón del país. A pesar de su reducido tamaño de 16.570 hectáreas, Torotoro alberga extensas cavernas, lagunas subterráneas, un cementerio con tortugas petrificadas y unas 3.500 huellas de dinosaurio sobre piedra caliza, que conforma el segundo reservorio más grande del país, tras Kal Orcko en Chuquisaca, en el sureste.
La certificación le permite a la reserva "ser parte de la comunidad de destinos (turísticos) Biosphere" a nivel internacional, indicó a la AFP Javier Camacho, director de Turismo del municipio de Torotoro, en el departamento de Potosí.
Las cavernas de Umajalanta (palabra quechua que quiere decir "donde se pierde el agua") son interminables y apenas se han explorado unos 7 kilómetros de ellas. En sus galerías subterráneas se formaron, además, por millones de años estalagmitas y estalactitas, trozos filosos de carbonato de calcio. Científicos han encontrado en sus lagunas peces ciegos "bagre", únicos en el mundo, de hasta 20 centímetros. En medio de farallones rocosos se hallaron pinturas rupestres, cuyos símbolos de formas geométricas aún no han sido descifrados y hasta una ciudad de piedra formada por la erosión, el viento y, probablemente, el movimiento de aua. Camacho acotó que "Torotoro es el primer destino turístico de Bolivia que se certifica por la organización Instituto de Turismo Responsable" (ITR), entidad patrocinada por la Unesco y la Organización Mundial de Turismo (OMT).