“Me estoy adaptando bien a la provincia. Mi señora y mis hijos llegaron este año y también se están acostumbrando a Mendoza. Es parecida a Asunción. Llevo más de un año acá y me gusta. Eso es bueno porque vamos a estar acá un largo rato”, dice, y lanza una sonrisa cómplice.
Habla Pablo Palacios Alvarenga, el delantero de los 27 goles en 44 juegos con la camiseta de Gimnasia y Esgrima; el paraguayo que ya se mueve en la Ciudad como lo podría hacer en su Coronel Oviedo natal, en el departamento de Caaguazú.
Ese que prefiere pasar desapercibido fuera de la cancha (“Soy el más callado dentro del plantel”, confesará luego); el que no perdona cuando enfrenta porteros rivales. Ese al que el pueblo mensana ya elevó a la categoría de ídolo popular.
-¿Dónde empezaste a pegarle a la pelota?
-Mi pueblo se llama Coronel Oviedo y mi primer club fue Deportivo Galicia, que está en la primera división de la liga local. Estuve allí y luego me fui a probar suerte a Asunción, donde debuté en 2009 en la primera de Tacuarí.
-¿Cuándo decidiste que querías vivir de esto?
-En 2008, cuando fui a probar suerte a Asunción y quedé en la prueba. Sin embargo, en aquel tiempo tenía 18 o 19 años y me agarró la locura de querer volver a casa. Cuando llegué, les dije a mis padres que no había quedado en la prueba.
¡Les mentí! Por suerte para mí, el señor que me había llevado a la prueba, pese a que le pedí que no dijera nada, le contó a mis padres la verdad. ¡Me estaban esperando para hacer la pretemporada en Uruguay!
Ahí se plantó mi mamá Matilde y me dijo que si no quería jugar más al fútbol que agarrara los libros.
-¿Qué estudiabas?
-Seguía la carrera de Derecho en la Universidad Nacional donde ingresé. Yo miraba los libros así (hace la seña de una pila alta) y dije no, esto no es lo mío.
Ahí se acercó mi hermano y me dijo: ¿Qué haces acá? Fue cuando me decidí. Iba a ser abogado porque mi hermana me llevó. Cuando termine el fútbol veré si puedo volver a estudiar.
-Una deuda pendiente...
-Claro que sí, pero más allá de que me gusta la abogacía, también me tira educación física. Quiero tener un título y más si es relacionado con el fútbol.
-¿A quién o a quiénes admirabas de chico?
-Miraba mucho a Roque (Santa Cruz), en sus inicios. Tenía movimientos muy interesantes. Además me gustaba Salvador Cabañas. Y ahora sigo mucho al uruguayo Luis Suárez, quien también tiene movimientos de un gran jugador.
-¿Cómo es un día tuyo en Mendoza?
-Me gusta estar en casa, llevar a mis hijas al colegio y los días que tenemos libres salimos a pasear. Nos gusta mucho la montaña.
-Muchos futbolistas y técnicos que llegaron a la provincia a trabajar no se fueron nunca más. Se quedaron a vivir…
-Me gusta mucho Mendoza. ¡Me encantaría quedarme! Siempre digo que todavía tengo para rato en el fútbol y en Gimnasia. Estoy disfrutando. Es un club grande y se disfrutan los entrenamientos y los partidos. ¿Por qué no pensar en que más adelante pueda venirme a vivir?
-Existieron otras ofertas cuando se inició una nueva temporada y decidiste quedarte…
-Siempre dependió de Gimnasia. Es cierto que me llamaron muchos clubes, pero yo tenía contrato acá y siempre fue la prioridad el club. Me junté con los dirigentes y firmé un nuevo contrato.
-¿Es tu mejor momento futbolístico?
-Puede ser. El semestre pasado fue uno de los más lindos que tuve. Ahora, gracias a Dios, mis compañeros, el cuerpo técnico y mi familia, se está empezando a repetir. Vamos por buen camino.
-¡Tus estadísticas son impresionantes!
-Se me está dando. El semestre pasado hice muchos goles y ahora empecé bien el torneo. Partido tras partido tengo que seguir creciendo para que Gimnasia siga subiendo y para, en lo personal, sacarme esa espina del semestre pasado.
-¿Sos de mirar partidos en los ratos libres?
-Miro muchos partidos, pero también soy de mirar videos. Cuando estaba el Lechuga Alaniz miraba videos de Martín Palermo. También me gusta Mauro Icardi. Me gusta ver los movimientos que tienen cada uno y después tratar de copiarlos.
-Por tu posición no deben existir grandes diferencias entre lo que te pide Marcelo (Fuentes) y lo que te pedía Darío (Alaniz)…
-No muchas. Con Marcelo trabajamos más en lo táctico; estudia los rivales. Siempre antes de los partidos vemos un video donde analizamos los movimientos del rival. Después intentamos aprovechar esas falencias que podemos detectar. Marcelo es un técnico muy táctico.
-El Gimnasia de la temporada pasada tenía un poder ofensivo impresionante. Ahora, el Gimnasia de esta temporada, sin dejar de tener esa virtud, sumó orden y jerarquía defensiva…
-Siempre lo digo: no te podés relajar porque detrás tuyo hay jugadores de mucha jerarquía. En mi caso tengo a Juan (Amieva) e Iván (Agudiak).
Incluso el Pato Cucchi puede jugar como delantero. El que se relaja pierde el puesto. Tenemos una linda competencia en todas las líneas; puede jugar cualquiera. No hay titulares ni suplentes.
-Te saco del fútbol, ¿sos de mirar lo que sucede en tu país?
-Muy poco. Es mi señora quien constantemente me cuenta noticias. Ella habla todos los días con nuestra familia. Por ahí leo algo por internet, pero miro muy poco.
-¿Y de Argentina?
-De acá veo más porque miramos canales de noticias. De acá sigo un poquito más.
-Tu capacidad de asombro se debe superar día a día…
(Risas…)- Es un país muy grande. Lo considero mi segunda casa y espero seguir jugando por mucho tiempo acá en Argentina.
-¿Con qué soñás hoy en día?
-Con llevar a Gimnasia a la categoría que se merece. ¿Por qué no soñar con la primera división? Es un club que día a día te sorprende. Quiero llevar a Gimnasia a lo más alto y poder disfrutarlo. No merece estar en la categoría que está.
-Si tuvieras que elegir uno de los 27 goles que llevás convertidos en Gimnasia, ¿con cuál te quedas?
(Piensa dos segundos)-¡Uff! Elijo el que le hice a Mitre allá, en Santiago del Estero, la noche que ganamos 3-2.
Se presentan los cuatro mendocinos
Puede ser una fecha importante para nuestros representativos. Gimnasia, líder, recibe a Unión de Villa Krause y puede sacar más diferencia si gana y el Deportivo Maipú baja como visitante al escolta, Sportivo Desamparados.
Mientras, el Lobo también podría recibir una ayudita de Gutiérrez en San Luis, si le quita puntos a Juventud Unida de San Luis.
En tanto que en Las Heras, Huracán buscará su primer triunfo en la categoría cuando sea anfitrión de los catamarqueños de San Lorenzo de Alem.