El juez federal Claudio Bonadio dispuso este jueves un nuevo procesamiento contra la expresidenta Cristina Fernández, en esta oportunidad por la causa en la que se investiga la malversación de fondos públicos asociada al uso de los aviones presidenciales para trasladar diarios hasta la provincia de Santa Cruz.
El magistrado resolvió procesar sin prisión preventiva a Oscar Parrilli y a la senadora nacional por considerarlos a “prima facie responsables del delito de preculado, en calidad de autor el primero y partícipe necesaria la segunda”.
Además, les fijó a ambos exfuncionarios un embargo por $ 500.000.
Bonadio justificó su decisión al señalar que “se realizaban con regularidad vuelos con aviones de la flota presidencial a las ciudades de Río Gallegos y/o El Calafate, provincia de Santa Cruz, con el único fin de llevarles a los nombrados los diarios del día. Asimismo, algunas personas hicieron alusión al traslado de otros elementos destinados a los hoteles que la familia presidencial tenía en la ciudad de El Calafate”.
En el fallo, el magistrado citó la declaración de algunos de los pilotos de los aviones oficiales.
“Teníamos un vuelo que le decíamos el diariero porque volábamos los fines de semana –sábados, domingos y feriados- y en general solo trasladábamos los diarios despegando generalmente a las 06.00 de la mañana desde Aeroparque, los vuelos se realizaban solo cuando la familia presidencial se encontraba en el sur, podían ser a Calafate o Río Gallegos”, rememoró José Luis Buscos, quien se desempeñó como piloto del Tango 10 entre diciembre de 2011 y diciembre de 2016.
Por su parte, Claudio Humberto Trerotola, quien también pilotó el Tango 10, agregó: “Los vuelos que eran con destino a Calafate casi siempre eran vuelos que salían de Aeroparque los días sábados por la mañana tipo 06.30 horas aproximadamente y se trasladaban sobres con documentación, paquetes de diarios del día, personal doméstico, y en una oportunidad un peluquero que por lo que tengo entendido eran empleados de Cristina Fernández... También trasladé a esa Ciudad (por Río Gallegos) a la hija del matrimonio presidencial y unas amigas.”
“Yo recuerdo un solo vuelo en el que llevamos muebles, televisores y rollos de cables violeta que se usan para enterrar, subterráneos, y equipamientos varios, todo eso fue al Calafate y creo que era para el hotel de la Presidenta”, amplió José Alberto Luna, mecánico del Tango 01.