Bérbora Rosier un Aceite de Oliva Virgen Extra que honra la historia de un pueblo

Detrás de cada botella está el esfuerzo de años de trabajo y eso lo diferencia de cualquier otro aceite, convirtiéndolo en un “superalimento”. La creadora de este AOVE lavallino, Adriana Carrasco nos cuenta por qué se trata de un producto premium.

Bérbora Rosier un Aceite de Oliva Virgen Extra que honra la historia de un pueblo
Adriana Carrasco titular de Bérbora Rosier.

En Mendoza la industria del aceite de oliva está en constante crecimiento, cada vez más empresas certifican calidad y certifican el origen de un producto premium que trae múltiples beneficios para la salud, pero para que esto ocurriera, se necesitó de la inteligencia de emprendedores que decidieran dedicar años a la producción olivícola y dedicaran su tiempo a capacitarse para obtener un resultado de excelencia.

Este es el caso de Adriana Carrasco, la propietaria de “Bérbora Rosier”, un AOVE (Aceite de Oliva Vírgen Extra) propio de Lavalle, que se resume como el resultado de años de esfuerzo, capacitación e innovación en el rubro.

“Detrás de cada botella está el esfuerzo de una familia, de los cosechadores, encargados, y todos aquellos que intervienen en el proceso productivo. Si no tenés un buen fruto, no tenés una buena materia prima”, explica Adriana y agrega que por todo eso fue que decidió nombrar “Bérbora Rosier” a sus aceites, en homenaje a su mamá y al pasado inmigrante (antepasados franceses y croatas) de su familia.

- ¿Cómo nace la márca Bérbora Rosier, con estos aceites de calidad virgen extra?

Planté los Olivos en el año 2010, antes éramos productores para una firma grande, y hubo que esperar 7 u 8 años para obtener la primera cosecha. Fue tímida, pero obtuvimos muy buenos resultados.

Desde entonces, pudimos hacer el seguimiento y, año a año, con la excepción de la pandemia -cuando no se pudo cosechar- hemos visto como el cuidado que le damos a las plantas rinde frutos.

Me preocupo mucho por la materia prima, el fruto tiene que tener buena sanidad y gracias al clima privilegiado de Lavalle, lo tiene, pero eso no significa que no haya que cuidar mucho las plantas y el aporte de riego.

Para elaborar estos aceites, trabajamos con una cosecha temprana, se hace todo de forma manual, con mucho cuidado e inmediatamente se pasa a la almazara para obtener un aceite de una calidad superior.

Este es un producto vivo y hay que atender las condiciones específicas de cada ciclo productivo desde la planta y hasta el momento de obtener el aceite.

- ¿Qué significa Bérbora Rosier, por qué ese nombre?

Tomé la decisión como un homenaje a mi mamá, ella viene de una familia de inmigrantes muy luchadores. La tenacidad que tiene que tener uno como productor olivícola se parece a esa historia y quise honrar a mi pueblo.

Así comenzamos y en 2022, cuando se presentó el primer blend (Arbequina y Arauco) notamos que tenía muy buena aceptación. Participamos en catas a ciegas con especialistas y obtuvimos distinciones de Oro para esa presentación y luego también para el Arbequina 100% y el Arauco 100%.

- ¿Cuál es el destino de la producción de Bérbora Rosier, de tus aceites?

Puede decirse que llevamos poco tiempo en el mercado, pero tenemos un producto de punta y con una empresa que se dedica 100% a la producción de aceites. No tenemos una bodega, con canales de venta ya armados, a los que les sumamos un AOVE, nacimos y crecimos como productores olivícolas exclusivamente.

Por eso destacamos nuestro crecimiento, hemos llegado a distintas partes del país -Mar del Plata y Bahía Blanca- y a diferentes cavas y vinotecas, en las que se vende mucho. Nuestro camino es ir de ‘boca en boca’, gente que prueba un aceite Bérbora Rosier y después lo quiere, para su casa, su restaurante o su empresa.

“Bérbora Rosier”, un Aceite de Oliva Virgen Extra propio de Lavalle
“Bérbora Rosier”, un Aceite de Oliva Virgen Extra propio de Lavalle

- ¿Qué nos podés contar, en términos de producción?

Producimos 4.500 botellas de aceite de oliva, entre las tres presentaciones (Arauco, Arbequina y blend).

Los aceites pueden venderse dentro de los dos años, pero nosotros sacamos toda la producción dentro del año de cosecha y eso suma en términos de calidad. Se trata de una producción de entre 100 mil y 120 mil kilos, para lograr cupos limitados.

- ¿La cosecha temprana hace que mantenga propiedades el aceite, además de obtener un sabor muy agradable al paladar?

Exacto, es por eso que es un súper alimento, no es un aderezo de ensalada, sino un producto sumamente natural porque se obtiene por un proceso físico, no se calienta una semilla para extraer el aceite, sino que acá hablamos del sumo de la aceituna.

Por todo eso podemos hablar de valores nutricionales y de beneficios médicos que, cada vez más, están siendo aprovechados por los cocineros más destacados y por la gente en general.

Pero no solo eso, detrás de un aceite de oliva virgen extra ha un año de trabajo, el olivo es un árbol resistente y longevo, pero necesita aportes de nutrientes, riego controlado y una buena poda.

- ¿Todo eso esfuerzo lo separa también, desde el aspecto cultural, de lo que puede ser cualquier otro aceite vegetal?

Exactamente, hoy por hoy nos encontramos en plena cosecha, comenzamos en abril y la vamos a terminar a fines de mayo, antes de las heladas más fuertes. Entonces, hay mucho esfuerzo antes de que el olivo entre en reposo y se trata de una actividad de mano de obra intensiva. Todo eso permite un producto de mayor calidad y bueno para la salud, pero también significa otros costos.

- ¿Y ahora, qué se viene para Bérbora Rosier?

Estamos en constante capacitación, tanto yo como la Ingeniera Agrónoma con la que trabajo (Mary Maldonado), y en proceso de certificar la Indicación Geográfica. Así, llevamos el aceite a España, a Jaén, y pasó todos los controles de calidad de los expertos de una zona que se destaca por tener los mejores aceites del mundo, aún en una cata a ciegas.

También estamos trabajando con profesionales del INTA, porque fueron ellos mismos quienes decidieron estudiar las cualidades del aceite que producimos acá en Lavalle.

Con el aceite de oliva nos encontramos como quizás estaba la vitivinicultura hace 15 años, con mucho espacio para crecer. En lo personal, me posicioné en distintas partes de Buenos Aires y ahora pensamos recorrer Córdoba.

Estamos en proceso de certificar la Indicación Geográfica, y eso también nos va a sumar para posicionar la marca. Desde el Instituto de Desarrollo Rural ya visitaron la finca, y cuando logremos el sello, vamos a poder hacerle la trazabilidad a los productos.

Se trata de trabajar para dar a conocer este súper alimento y todas las bondades del aceite de oliva.

Perfil

Adriana Carrasco es mendocina, y tiene experiencia en otras áreas del sector privado, vivió muchos años en Bahía Blanca, en donde trabajó en aeronavegación (tráfico aéreo).

En Mendoza encontró el amor, y junto a su marido que es enólogo, encontraron una buena combinación entre el vino y el aceite.

Además, es autora de “Crónicas de Vendimia”, el libro que reúne en sus páginas la identidad de nuestra Fiesta Nacional.

Es emprendedora y tiene entre sus planes generar un proyecto en oleo-turismo, es decir, abrir su finca para que los visitantes conozcan el proceso productivo del aceite y puedan degustar productos de Lavalle. Para ello, está trabajando con productores locales y chefs de renombre. “Quiero que Lavalle crezca, desde abajo hacia arriba, con sus productores y de la mano del turismo”, cerró.

Sobre su AOVE

“Berbora Rosier es la marca de aceites de oliva virgen extra y son el resultado de la tenacidad en la espera del crecimiento de sus olivos hasta su primera producción, están ubicados en el departamento de Lavalle. -

Lavalle (Oasis norte del Rio Mendoza) está al norte de la provincia de Mendoza, con gran presencia de llanuras con médanos y terrenos salitrosos y áridos, el promedio de altitud varía entre 400-600 msnm, relieve de planicies, formados por depósitos continentales. -

Olivos que le ganaron a las condiciones de un suelo carente de nutrientes, arcilloso, a la escasez de agua y a su clima extremo para darnos el aceite tan esperado de sus frutos.

Esta tenacidad, este sacrificio movilizo al pasado inmigrante de mi madre, por ello lo rescato a través de su nombre Berbora Rosier, honrando su pueblo y su historia. - brbora rosier -,

Pero la adversidad de pocas precipitaciones y grandes amplitudes térmicas (verano entre los 38/39ºC y meses fríos con temperaturas promedios de 4ºC, llegando incluso a -7ºC), provoca que las plagas, sobre todo hongos no afecten los cultivos, por lo que se da naturalmente la salubridad de los frutos, sin necesidad de tratamientos fitosanitarios, logrando una agricultura amigable con el medio ambiente en estos olivares del desierto mendocino. -

Los aceites obtenidos son excelentes debido a la cosecha temprana y manual evitando el daño a las aceitunas, la extracción del mismo es casi artesanal por el cuidado y la coordinación en la almazara.

Hay arte en su contenido, y también en su continente, dado que la etiqueta está inspirada en el reconocido pintor y escultor argentino Julio le Parc y su arte cinético. -

Detrás de un Berbora Rosier hay sacrificio, pasión, pero por sobre todo hay una historia que se cuenta en cada cosecha. -

Y estas son:

Arbequina: 100% (frutado suave y elegante)

Blend: 75 % Arbequina y 25% Arauco (frutado medio y equilibrado)

Arauco: 100% (frutado intenso con la tipicidad de la variedad)

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