Camisas y pantalones sueltos, música electrónica, gritos de aliento y aplausos. El Breaking irrumpió en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018 con irreverencia adolescente para sorprender con su mezcla de acrobacia y baile.
Divididos en "batallas" de destrezas, los participantes se reparten en categorías femenina, masculina y parejas mixtas. Un total de 24 competidores, 12 varones y 12 mujeres, provenientes de 18 países buscaron quedar en la historia como los primeros medallistas olímpicos de esta actividad que inicia su recorrido en el olimpismo en Buenos Aires.
Ante las tribunas colmadas de jóvenes, la japonesa 'Ram' se coronó como la primera persona en ganar una medalla de oro en esta novel disciplina que vio hoy su segunda jornada. Tras el triunfo de "Ram", el ruso "'Bumblebee" se impuso en la categoría varonil. Pese al debut, el Breaking no integra la lista de deportes que estarán presentes en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Los 'B-Boys' y las 'B-Girls' compiten bajo seudónimos o con sus nombres de pila, marca de identidad que trae el Breaking de su origen callejero en esta nueva disciplina que funde el deporte con la cultura urbana. Alejado de la rígidas normas de otras disciplinas deportivas, el Breaking deja al arbitrio del participante un gran rango de movimientos.
Entre los participantes destacados estuvieron también el japonés B-Boy Shigekix, ganador del mundial de Breaking joven realizado en mayo último en la ciudad de Kawasaki, Japón, de donde salieron la mayoría de los competidores que participan en estos Juegos en la capital argentina.
Sin embargo, detrás de los giros de cabeza y los quiebres de cintura de espaldas a la arena, algunos movimientos son clave para sumar puntaje, como el 'freeze', la capacidad de congelar una pirueta por unos segundos.
Para definir al ganador se califica la performance del atleta en los cuatro segmentos que conforman la disciplina: Top Rock (presentación), Foot work (movimiento de pies), Power move (fuerza abdominal y de brazos, agilidad, flexibilidad y disciplina) y Freeze (quedarse "congelado" o quieto en una posición). La calificación va a depender de la técnica, la originalidad, la complejidad, rítmica y fluidez de dicha entrada.
Renegade, de 48 años, de Londres, y Storm, de 49, de Berlín, fueron pioneros de la escena europea en los 80. Estaban a la vanguardia de un estilo de baile callejero, y del mundo underground del hip-hop que lo acompañaba. Ha sido un largo viaje a los Juegos Olímpicos. Hoy son jueces de esta nueva actividad.
"Cuando observamos establecer las reglas para bailar aquí, tuvimos un debate masivo sobre los estándares", dijo Renegade, refiriéndose a los movimientos obligatorios que forman parte de otros deportes, como el patinaje artístico y la gimnasia.
"Decidimos no hacerlas, porque bloquea el estilo. Así que hicimos un sistema de comparación. Un jugador hace sus cosas, luego otro hace las suyas, y usted compara. Incluso en el skate, tienen trucos que hacer. Aquí, hay un grado de libertad que no encontrarás en ninguna otra competencia".
Y agregó: "Cuando la gente vea a estos niños y su nivel de dedicación, creo que tomarán en serio esta forma de arte", dijo Renegade.
Storm llama a las batallas, en las que los bailarines van de cabeza a cabeza, respondiendo a los movimientos de cada uno "un argumento". "Usted hace algo, entonces yo hago algo contra eso. Es un debate a la música. No puede funcionar si decimos: 'Este movimiento te da tantos puntos'".
Renegade dijo: "En Londres, en los años 80, con quien bailaste, luchaste. Siempre fue una competencia, pero fue realmente informal. Fuiste tú contra alguien, tripulación contra tripulación. Pero ahora es un fenómeno global, con competencia en todo el mundo ".
Los jueces esperan que los Juegos concedan más exposición. “Los chicos malos que usaban guantes blancos, lentes de espejo y gorras de béisbol, eso era pantomima”, dijo Storm.
"El break ha evolucionado de muchas maneras. Se trata de la musicalidad, una gran parte de la creatividad y el talento de mover tus extremidades en todo tipo de formas. Pero la mentalidad es muy diferente. La mayoría de los chicos son autodidactas. Necesitas tener una cabeza dura! No hay academia de baile, así que la gente genera sus propios estilos".
Storm también cree que otros deportes pueden beneficiarse de su enfoque. "¿No sería emocionante ver a dos patinadores en el hielo: uno hace un set y luego el otro responde? ¿O en gimnasia?
Mendocina
Valeria González, tunuyanina, es la representante femenina de nuestro país en la competencia.