Debió reunir casi 970.000 pesos para cumplir el sueño que tuvo desde chico, cuando se decidió por el motociclismo. El hecho que el Rally Dakar llegara a tierras sudamericanas agigantó su deseo pero no pudo hacerlo antes. Optó por la edición 2017 ya que, a la experiencia adquirida en el enduro, sumó participaciones en el rally cross country para llegar afilado a la emblemática cita.
El dinero que juntó apareció de la gente que desde siempre está a su lado. Hasta una rifa fue necesaria para estar presente en Asunción.
“Fue todo a pulmón, por eso lloro de la emoción. Esto es increíble; nunca me voy a olvidar de este momento”, dijo minutos después de haber bajado de la rampa de llegada con parte de sus allegados, entre ellos su padre y su novia que lo acompañaron desde que emprendió viaje a la capital de Paraguay.
Emiliano Carbonero, sin los recursos de otros competidores en la categoría para motos pero con todo el hambre de gloria encima, cumplió en las doce jornadas y terminó la competencia más exigente del mundo a sus 37 años de edad.
"Después del Rally Dakar no hay nada más importante. Venía de correr varios Seis Días pero esto no tiene comparación. La pasé bien y también la pasé mal en algunas etapas, pero pude terminar. Quería hacerlo entre los 40 o 50 primeros, pero al saber de las dificultades, me quedo más que satisfecho con el puesto 62", declaró a Más Deportes el hombre de Rivadavia que partió vía terrestre y emprenderá el regreso de la misma manera, trasladando la Kawasaki que respondió como un tanque.
Aunque la gente de su departamento tendrá que esperar para recibir al héroe. “Desde Buenos Aires nos vamos a ir unos días para la playa. Hay que descansar un poco después de tanto esfuerzo. Al llegar a Rivadavia no quedará otra que trabajar”, dice entre risas Carbonero, que contó con la asistencia del equipo RPM liderado por Marcelo Sánchez.
“Él está muy feliz y nosotros más aún porque sabemos el sacrificio que hizo para ser parte del Dakar y terminarlo. No fue fácil porque cada etapa tuvo lo suyo. Nosotros fuimos su asistencia en cada etapa pero paramos en hoteles; a veces se enojaba porque no estaba más adelante. Para mí fue como si hubiese ganado”, declaró su novia Ana Laura, inseparable desde que comenzó esta aventura de Emiliano tras festejar la Navidad en el Este.
“Es muy pronto para pensar en otro Dakar. Sólo puedo decir que, con aciertos y errores, pude llegar”, puntualizó.