Último lugar que visitaste: Bahía Azul, un pequeño paraje en la Ruta 5, Chile. Sobre las rocas han montado una piscina de agua salada que se asoma sobre el mar. Un predio privadísimo con todas las comodidades para pasar el día, alejado del bullicio de la playa.
¿Qué llevás en tu equipaje de mano? Lápiz labial, el celu, la billetera, chiclets, alcohol en gel.
Ventanilla o pasillo: Ventanilla, siempre.
¿Matás o te matan las horas en los aeropuertos?: No me matan. Improviso una almohada y duermo, paseo por el free shop y pruebo todos los perfumes, busco un café, y me compro el periódico del día para ver qué onda.
Lectura para viajar: Ya en el destino prefiero los apuntes de italiano para repasar. Y algo tipo "La Fiesta del Chivo" de Vargas Llosa.
Música para volar en avión: Prefiero una peli.
Y para un viaje por la carretera: Todo. Desde Cranberries, Tears for Fears, George Michael, pasando por Sin Bandera, Montaner, Franco de Vita y Laura Pausini, hasta chill out, jazz, acid jazz. Puedo escuchar todo y me encanta.
Vacaciones ¿WiFi o unplugged? Desenchufe total. Apago celu. Solo llamo para decir que estoy viva.
¿Qué es lo primero que hacés cuando llegás a un nuevo lugar? Busco orientarme, tengo un serio problema de puntos cardinales, y cuando me falta la cordillera es fatal. La opción que yo elija seguramente será la errada. A partir de allí, me lanzo…jaja
Lo peor que te puede pasar en un viaje: Nada. En un viaje de 20 días llovió los 20 días y desde entonces amo la lluvia ¡y banqué mis rulos!
Tu ritual favorito: Llevo un cuaderno, por un lado anoto los gastos de cada día y por otro lado escribo lo vivido cada día, con todos los detalles, tipo bitácora.
Tu peor olvido: Soy organizada, hago la lista antes y la reviso varias veces. Igual todo es solucionable.
Un cliché turístico que sí y uno que no: Todos caemos en clichés. La selfie llegando al Machu Picchu, en el Obelisco. Aunque jures que no, todos tenemos "esa" foto.
Un sabor nuevo que hayas descubierto en un viaje: La yuca, el jengibre, los chiles, canela y clavo combinados, el Amargo de Angostura.
¿Qué te gusta comprar? Artesanías por sobre todo y regalos para los que se quedaron acá y me hubiera gustado que vivieran esa experiencia.
Un museo que te impactó: El Museo del Oro, en Lima. El Museo de Bellas Artes en el DF, donde está la obra de Frida, los murales de Rivera, Siqueiro, es maravilloso. Es destacable el de Ciencias Naturales de La Plata.
Un destino para un road trip: Llegar al Manzano Histórico partiendo de Los Cerrillos y hacer toda la Ruta del Vino atravesando Tupungato y parando en las bodegas para degustaciones y visitas guiadas.
Un lugar para descansar: La casa sobre el mar en Los Vilos, Chile, adonde vamos cada 30 de diciembre para pasar el año nuevo y enero.Un pueblo pequeño, que carece de un mall, pero cuenta con todos los servicios, donde todo funciona, y las leyes se cumplen. Muy seguro, y lleno de amigos que no esperan cada verano.
Allí los niños se mueven libres, disfrutan la playa, las salidas con “lolos y lolas”, y yo disfruto de dormir escuchando las olas, caminar por la playa, desayunar en la terraza mirando el mar, ver llegar el buque que carga cobre en el puerto…detalles simples que te hacen olvidar el vértigo del año.
Un destino de lujo: Dubai debe serlo, sin dudas.
Y uno de bajo presupuesto: Bolivia, Perú y Centroamérica.
Un hallazgo cultural: Un pueblito pequeñito y detenido en el tiempo llamado Ayaviri, en el camino que une Puno con Cuzco. Hay que ir el Día de Trueque, y todo es canjeable. Podés encontrar un "escriba" que es un señor sentado con una mesita y máquina de escribir, y gente que espera que él les redacte notas para presentar al Municipio.
Le ofrecen dientes de ajo pelados, cordero asado envuelto en papel madera, chicha. Imperdible ver como se organizan ese día, como funcionan como comunidad.
Tu escapada favorita: Una semana en Buenos Aires en familia, y atravesarla. Viajar en subtes, recorrer íconos, museos, espectáculos, bodegones de comida, pizzerías, cafetines, La Boca, San Telmo, Recoleta, Puerto Madero. Nos encanta, ¡un montón!
Un destino que te sorprendió: La convivencia con la Tribu Kuna en el Caribe panameño. Una comunidad integrada al país a través de sus representantes, pero que mantienen sus costumbres. Habitan los "cayos panameños" y podés convivir con ellos por unos días. Todo es por demás rústico: cabañas sin ventanas, camas sin sábanas, baños con tanques de agua dulce y un jarro para bañarte, todo muy limpio.
De repente te llevan en un bote con motor fuera de borda, te encontrás con cientos de islas solitaria, señalás en cuál querés pasar el día, y ahí te dejan con una heladerita con bebidas frescas y tu almuerzo de langosta con arroz. La isla se recorre en cinco minutos, te llevás el snorkel mucho protector solar, colgás las hamacas de las palmeras y sólo se escucha el silencio.
Un flash la claridad del mar, los miles de peces de colores, los corales, y la arena blanquísima. Al caer la tarde vuelven por vos. Ya de regreso, locales y turistas se reúnen en el muelle pequeñísimo bajo una luna gigantesca y un cielo estampado de estrellas. Allí compartís canciones de tu tierra, cada uno en su idioma, bailás, contás tus costumbres.
Amé cuando un niño me pedía que le explicara cuanto se tardaba él en llegar a mi tierra, me pedía que le señalara con la mano hacia dónde yo vivía.
Y uno que te decepcionó: Ninguno. Cualquier destino guarda su misterio.
Una canción que te recuerde un viaje: Tengo un recuerdo delicioso en La Paz, Bolivia, caminando por la Calle de Las Brujas que te venden cuestiones medicinales y sanadoras, y un joven vendía música. Se escuchaba José Feliciano "Por qué te tengo que olvidar". Me detuve, pregunté el precio del cassette y seguí. Cuando pasé de vuelta lo puso a todo dar y me lo vendió. Con esa música recorrimos toda La Paz en el Bus Turístico.
El destino al que siempre podrías volver: Siempre volvería a Perú, siempre. Es increíblemente energético.
Tu recomendación para viajar: Estudiar tu viaje con anticipación, comprar una buena guía escrita por viajeros que te arrojen datos desde colectivos para unir ciudades, hostels, lugares para visitar, comer. Y comprar boleto de ida y vuelta.
El viaje corre por tu cuenta. No me gustan los viajes “impuestos”. Me gusta interactuar con el mozo, el taxista, ver cómo funcionan socialmente, su gobierno y su economía.Eso podés aprehenderlo si pateás el destino al que llegaste.
Un tip para un viajero que visite tu ciudad: Chequear info que los lleve a conocer nuestro vino y todo lo que motoriza esta industria. Que no pierdan el detalle de lo vital del agua y cómo funciona nuestro sistema de riego.
Un recuerdo inolvidable: Las noches con amigos por el desierto de Lavalle recorriendo los Altos Limpios y escuchando a los lugareños con sus historias de encantamientos y hechizos.
¿Adónde viajarías en el tiempo? A la India, Nepal, Laos, Vietnam, Tailandia, Egipto, Marruecos, Islandia.
El viaje de tus sueños: Me gustaría ver la Aurora Boreal.
Un destino pendiente que empiece con tu inicial: Ámsterdam, Armenia, África.