Check in: Matías Michelini, enólogo

Check in: Matías Michelini, enólogo

Último lugar que visitaste: Bogotá.

¿Qué llevás en tu equipaje de mano? Lapicera, auriculares, gafas, cepillo y pasta de dientes.

Ventanilla o pasillo: Ventanilla.

¿Matás o te matan las horas en los aeropuertos?: Mato.

Lectura para viajar: El vino del cielo a la tierra, de Nicolás Joly.

Música para volar en avión: Clásica.

Y para un viaje por la carretera: "Él mató a un policía motorizado".

Vacaciones ¿wifi o unplugged? Wifi.

¿Qué es lo primero que hacés cuando llegás a un nuevo lugar? Reconocer el lugar caminando.

Lo peor que te puede pasar en un viaje: Perder el vuelo.

Tu ritual favorito: Dejar siempre algo de ropa vieja en un hotel.

Tu peor olvido: El cargador del celu.

Un cliché turístico que sí y uno que no: Que sí, tocar la muralla de la Romanée-Conti. Que no, tocar los huevos al toro de Wall Street.

Un sabor nuevo que hayas descubierto en un viaje: Sopa de mute (yuca, intestino de cordero, corazón, hígado y patas de vaca cortadas en trocitos).

¿Qué te gusta comprar? Ropa para mis cuatro hijos; conozco sus talles y gustos.

Un museo que te impactó: El MoMA en Nueva York.

Un destino para un road trip: Toscana, Italia.

Un lugar para descansar: Punta Sal, al norte de Perú.

Un destino de lujo: La Costa Amalfitana.

Y uno de bajo presupuesto: El cruce de los Andes a caballo y mula.

Un hallazgo cultural: Pachacámac, Templo del Sol, en Perú.

Tu escapada favorita: Esquí en Las Leñas con mi familia.

Un destino que te sorprendió: Nueva York.

Y uno que te decepcionó: Ninguno, todos tienen su encanto. Hay que saber encontrarlo.

Una canción que te recuerde un viaje: La bicicleta, en mi último viaje a Colombia.

El destino al que siempre podrías volver: San Lúcar de Barrameda, provincia de Cádiz, España.

Tu recomendación para viajar: Lo dormido no es vivido.

Un tip para un viajero que visite tu ciudad: La belleza está en la austeridad y rusticidad desértica de la cordillera, no en la fertilidad del valle.

Un recuerdo inolvidable: Reencontrarme con mi hija Paula en l 2001, cuando ella tenía 1 año, en el aeropuerto de Barcelona luego de tres meses de no verla.

¿Adónde viajarías en el tiempo? A mi pueblo, Tupungato.

El viaje de tus sueños: En moto, 5.100 kilómetros de Ushuaia a La Quiaca.

Un destino pendiente que empiece con tu inicial: Marlborough, Nueva Zelanda.

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