Último lugar que visitaste: Mendoza. Es un sentir extraño el que te embriaga cuando volvés de visita al lugar en donde pasaste casi toda tu vida. Los árboles, la montaña, las calles… tengo que resignificar el espacio cada vez que vuelvo.
¿Qué no puede faltar en tu equipaje? Mi equipaje siempre es muy austero; sólo lo mínimo indispensable. He aprendido esto de tanto ir y venir, pero nunca faltan un libro, una libreta y una lapicera.
¿Matás o te matan las horas en los aeropuertos? Los aeropuertos son lugares un poco fuera del tiempo y del espacio. Me gusta observar el comportamiento de las personas allí. Todos están como suspendidos ya antes de embarcarse. Para estas esperas es que nunca me faltan el libro y la libreta.
¿Ventanilla o pasillo? Me da igual.
¿Qué es lo primero que hacés cuando llegás a un nuevo lugar? Mis viajes están ligados a mi oficio de cantante, entonces el hacer se vuelve algo colectivo y la prioridad son los recitales.
Un sabor nuevo que hayas descubierto en un viaje: El té moruno o té de menta marroquí. Me gustan mucho las coxinhas de Brasil y la lúcuma y la chirimoya que conocí en Chile.
¿Cuáles son los requisitos para tus vacaciones ideales? Pocas veces voy de vacaciones. El músico tiene que asumir su destino golondrina y su oficio lo lleva a tener una vida peregrina. Entonces las vacaciones muchas veces quedan relegadas porque cobra un sentido enorme el hecho de poder quedarte en tu casa. Pero me gusta mucho el mar y me gustan las ciudades pequeñas con mar que no están atestadas de turistas, así que cualquier destino con esas características es ideal para descansar.
¿Cumplís con algún ritual personal cuando viajás? Caminar. Me gusta caminar por las ciudades.
¿Qué traés de tus viajes? Casi nada. He renunciado a los souvenires, pero elijo especias o elementos para cocinar.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de la vida de hotel? Me gustan los hoteles y sus desayunos. En mi vida cotidiana nunca dedico tiempo a desayunar, entonces es algo que disfruto muchísimo cuando estoy de viaje.
Una ciudad del mundo en la que vivirías: Ya hice esa elección y me fui a vivir a Buenos Aires. Cambié montañas por edificios y la Cuarta por San Telmo. Estoy acá porque soy cantante de tango y ésta es la ciudad del tango. Aquí tengo a mis amigos músicos. También es la ciudad de las librerías. Si no viviera acá, sin dudas lo haría en Valparaíso.
Una ciudad para compras: Uy… ¡nunca hice viajes de compras! Supongo que, entre los lugares que conozco, elegiría París… Avenue Montaigne, Plaza Vendome… donde están las tiendas de los grandes diseñadores con sus magníficas vidrieras. A mí me gustan mucho los mercados donde se mezcla el olor de las frutas con el de las especias.
Un destino romántico: Supongo que algún lugar como Toulouse, el Pont Neuf de París.
Un sitio para visitar con amigos: En Valparaíso siempre la he pasado muy bien.
Un destino que te sorprendió: Amsterdam me pareció un lugar muy hermoso, con sus puentes y canales.
¿Y uno que te decepcionó? Nunca me he sentido decepcionada. Todos los lugares tienen cosas lindas.
Un recuerdo de vacaciones: Mis últimas vacaciones siempre fueron en Horcón, con mi amiga chilena Patricia Sepúlveda. Nada como despertarse y tener el azul inmenso del Pacífico, los pescadores arrastrando sus redes con caballos, las ventanas llenas de gaviotas.
El lugar al que siempre podrías volver: Siempre voy a volver a Mendoza. Como dijo Tejada Gómez: "Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida".
Un destino pendiente: Cuba, por su historia y por su música. Japón, por su mágica cultura milenaria.
Tu próximo viaje: No tengo ningún viaje pendiente. Este año renuncié a dos viajes a Europa para resolver algunos asuntos importantes que requieren que me mantenga en tierra firme. Es decir, en mi casa, para poder concentrarme y trabajar.