El vocablo que hace agua a la boca proviene de la lengua guaraní. Es esa delicia que se deshace ni bien se muerde, realizada con almidón de mandioca y queso duro. El chipá es propio del Paraguay y del Nordeste argentino y también se extendió por el Río de la Plata y el Sur oeste brasileño, aunque allí se lo conoce como "pão de queijo".
La clave de estos pancitos es la yuca o mandioca, originaria de América Central, que se extendió por todas las áreas tropicales y subtropicales del continente por el uso de su nutritiva raíz con la que se realiza la harina o fécula.
Para viajar con el paladar hoy proponemos preparar chipá en casa, aquí la receta: Manteca 100 gr.; huevos 3 unidades; fécula de mandioca 1 kg.; sal 30 gr.; leche tibia 600 ml.; levadura en polvo 20 gr.; queso Gouda 250 gr.; queso semi curado 250 gr. Preparación: Para comenzar, en un bol, mezclar la mandioca, la levadura, la sal, los huevos y la leche.
Luego, incorporar la manteca pomada. A continuación, añadir los quesos cortados en cubitos de 2 x 2 cm y dejar reposar durante una hora a temperatura ambiente. Si es necesario se puede agregar más harina hasta que la masa se vuelva consistente para amasarla durante unos minutos. Cortar en pequeños trozos y armar bollitos.
Colocarlos en una bandeja espolvoreada con harina o mandioca y llevar al horno durante 10-15 minutos. Pasado el tiempo, retirar y servir. Ideal acompañar al chipá con mate.