Un motochorro que fue detenido por un colectivero "justiciero" recibió cinco años de prisión por robar la mochila a una chica que esperaba el colectivo.
El fallo fue dictado el miércoles por el juez Mateo Bermejo de la Primera Cámara del Crimen durante un juicio abreviado.
El condenado -Gabriel Maya- se declaró culpable y aceptó el acuerdo al que llegaron la fiscal de Cámara, Laura Rousselle, y los abogados defensores de Maya.
Al debate debía presentarse también el acompañante del condenado que llegó al debate en libertad pero que ahora no se presentó y, por lo tanto quedó en calidad de rebelde y será buscado por la policía.
Colectivero "justiciero"
El 30 de abril de 2015 ingresó una llamada al 911 en la que un vecino del barrio Antonelli de Guaymallén alertaba a la policía que se había producido en robo en la manzana "E".
El denunciante explicó que estaba en la puerta de su casa y vio cómo dos hombres en moto asaltaban a una estudiante que esperaba el colectivo en la parada ubicada en Antonelli y Martínez de Rozas.
La chica relataría luego a los uniformados que estaba esperando el micro cuando vio que se acercaban dos sujetos a bordo de una moto negra. Uno de ellos, armado con un cuchillo, descendió del vehículo y, tras amenazarla, le quitó la mochila.
Luego, los dos ladrones se fueron llevando las siguientes pertenencias de la adolescente: una notebook del plan Conectar Igualdad, un celular Samsung Young, los útiles de la escuela y otras pertenencias personales.
Fuga y captura
Pero la huida de los delincuentes se vio entorpecida por un colectivero que observó cómo se había producido el robo. El chofer encerró a la moto y logró que sus ocupantes se fueran directo a una acequia.
Pese a las heridas los ladrones lograron escapar del lugar pero dejaron abandonada una moto Zanella Sapucai negra que fue secuestrada luego por las autoridades de la Oficina Fiscal 19, de Rodeo de la Cruz.
La detención de Maya se produjo horas más tarde cuando el hombre se presentó en la misma oficina fiscal para denunciar que le habían robado la moto. Las visibles heridas que tenía fue la primera de las pruebas que sirvieron para imputarlo.