Cualquier lugar de la casa es válido. Un hueco, un recoveco, un mini espacio. Sí, claro que te sirve para tener un rincón con encanto: en la cocina, en la terraza, en el recibidor o en el dormitorio. Tan solo necesitás saber cómo hacerlo para poder disfrutar de ese pequeño placer que puede ser leer una buena novela, conversar con tus hijos en la cocina o tomarte una copa de vino en la terraza.
EN LA COCINA
Probablemente la cocina sea uno de los lugares donde actualmente pasamos más tiempo. Ya no es solamente el lugar donde preparar la comida, es también el lugar de reuniones con amigos, el lugar donde compartimos con nuestros hijos las tareas escolares o armamos un rompecabezas... en definitiva, es un lugar especial dentro de la casa. Por eso, es tan importante cuidarlo: poné una barra en la cocina con unos taburetes para propiciar todas estas actividades dentro de la familia. Nada sofisticado, mejor algo casual. Jugá con los blancos y los negros en mobiliario, en alfombras y en complementos, una combinación que funciona siempre. Añadí unas flores para hacerlo aún más acogedor.
PARA TRABAJAR O ESTUDIAR
Si tenés una buhardilla, aprovechá ese espacio que te ofrece el techo con esa forma tan bonita para crear un lugar realmente divino. Una zona de trabajo o para el estudio puede ser genial si la planificás bien. Lo fundamental es aprovechar el hueco y colocar una mesa funcional, que te haga muy cómodo pasar tiempo ahí. Pintá la zona en tonalidades blancas y añadá un suelo cálido, parquet o madera laminada es una opción perfecta. Si querés destacar visualmente tu nuevo rincón, empapelá esa zona jugando con las profundidades y variedades que ofrece el papel.
EN EL DORMITORIO
Sin duda, el dormitorio es ese lugar donde descansamos, donde se supone que debemos encontrar la paz. Te merecés un rincón con encanto y conseguirlo es muy sencillo. A veces una nota de color hace que el dormitorio más anodino y aburrido se convierta en especial: añadí una pieza reciclada como puede ser un taburete bajo y pintalo de un color llamativo. Te hará las funciones de mesita y además, añadirá un toque muy personal al cuarto.
EN EL RECIBIDOR
El recibidor es uno de los lugares de la casa más desaprovechados. Muchas veces olvidamos que cualquier recibidor tiene posibilidades. En este caso, lejos de ser un hall sin alma, un pequeño banco formado por dos módulos y unos almohadones combinados, invitan al descanso. Claro que, si le querés dar un poco más de protagonismo al lugar, podés añadir sobre el banco un cuadro, una pizarra o un tablón decorado por vos. Con un recibidor así, llegar a casa será mucho más agradable que antes.
PARA LEER
Un rincón destinado a la lectura es uno de los sueños de muchos, aunque no necesitás demasiado espacio y seguro que hay algún hueco en casa que te permita tener uno como este. Aprovechá algún recoveco o hueco entre dos pilares o paredes y colocá un buen sofá o unos almohadones sobre un módulo, una pequeña mesa auxiliar para apoyar los libros y un cuadro que corone el rincón. Si podés, aprovechá un hueco que tengas cerca de la ventana, además de iluminarlo, disfrutarás de luz natural para leer tus libros favoritos.
EN LA TERRAZA
Ahora, cuando llegue el buen tiempo, la terraza se convierte en uno de los lugares favoritos para levantar un rincón con encanto. Es sencillo, no necesitás demasiadas cosas: un piso cálido, como suelen ser los laminados hará que tu terraza, ya de por sí, destile mucho encanto. Sillas de mimbre, mesas recicladas y algún complemento lindo a base de velas y canastos, y ya tenés tu lugar divino.
Fuente: habitissimo.es
