Que la suerte y la mala suerte existen no lo sabemos; pero sí hay más consenso en el hecho de la existencia de las buenas y las malas ondas.
Pero ¿qué se hace ante este malestar de vivir en carne propia los pensamientos negativos? Hay distintas técnicas para mantener nuestra mente libre de este tipo de toxicidad.
Lo cierto es que sentir emociones negativas es normal y no debemos pretender hacer que desaparezcan, pero cuando esas emociones negativas son demasiado intensas y hacen que perdamos el control, se bloquea nuestro pensamiento y comportamiento causando malestar.
También existe un término conocido como: “pensamientos negativos automáticos” o ANT “automatic negative thoughts” que son aquellos que aparecen en nuestra cabeza sin que los busquemos y que revoluciona las emociones de los seres humanos
. “El no controlar nuestros pensamientos es realmente frustrante, pero si llegamos a entender el por qué de lo mismos y llevar nuestra mente hacia algo positivo cuando estos aparezcan será una manera para que vayan desapareciendo poco a poco”, explica el psicólogo Alonso Torres.
Y agrega que: “ La forma de hacer esto es enfocarnos en nuestras actividades en un 100 % para que las ideas y los pensamientos negativos se vayan, el objeto también es darle importancia a aquello que realmente es importante. A veces el tiempo libre nos hace pensar cosas negativas”.
¿Cuáles son los pensamientos negativos más comunes?
Pensar en extremos, es decir, que para estas personas no existen los grises, creyendo que todo tiene que ser de un modo determinado. O blanco o negro.
Minimizar lo bueno que nos pasa y ser perfeccionista sin valorar los pequeños logros.
Suponer o pensar lo que el otro tiene en su mente. Enroscarse tratando de leer la mente de la otra persona es algo muy común que causa preocupación. Siempre es preferible preguntarle a ese otro qué le pasa sin suponer o elaborar hipótesis que quizás ni existen.
Creer que todo lo malo le pasa a uno o que no tiene ningún tipo de solución. La auto-culpa acompañada de la victimización es uno de los síntomas principales de quienes padecen este malestar.
Algunos ejercicios para que estos pensamientos desaparezcan
Consumir información positiva, esto significa no estar obsesionado con información que nos hagan mal, centrándonos siempre en la mala noticia. Esto no quiere decir evadir la realidad ni estar desactualizado.
Pero sí también permitirnos leer libros, ver películas o escuchar música que nos inspiren. Contenidos que nos lleven a concretar aquello que anhelamos reduce el impacto de pensamientos negativos.
Rodearse de gente positiva: esto ayuda mucho y es casi fundamental. Estar con gente que está mal todo el tiempo o haciendo foco en lo negativo es contraproducente, en líneas generales.
Realizar actividades como meditar, Mindfullness, practicar yoga o deportes que mantengan nuestra mente en armonía y equilibrio.
